Don Felipe y Doña Leticia han visitado las instalaciones de la Fundació de Discapacitats en Ciutadella. - Cris

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Los Príncipes de Asturias han cerrado su visita institucional a Menorca con la visita al municipio donde residía Juan Ignacio Balada Llabrés, el multimillonario que estrechó el vínculo de la Casa Real con Menorca a través de un testamento. Don Felipe y doña Letizia recorrieron las instalaciones de la Fundació per a Persones amb Discapacitats de Ciutadella, conociendo de primera mano el funcionamiento del Catering Social y de Ecoverd.

En su parlamento, don Felipe expresó su satisfacción por "unir a nuestro cariño de siempre por este rincón de España y al compromiso institucional por su futuro, una contribución concreta a la labor social ejemplar que los menorquines estáis desarrollando en beneficio de las personas con discapacidad".

Los Príncipes recordaron la "sorpresa" que les causó conocer el testamento de Balada, y admitieron que "lo habitual hubiera sido que renunciásemos a la herencia. Era lo más sencillo, lo menos complejo, la solución más fácil". A continuación, don Felipe añadió que "renunciar a la herencia hubiera supuesto, por decisión del propio señor Balada, que sus bienes pasasen a las arcas públicas del Estado de otro país (Israel). Estoy seguro de que ese Estado lo habría destinado a un buen fin, benéfico, o incluso lo podría haber dedicado a algún fin de interés para ambas naciones. Pero nos pareció que esa no era la manera más directa o mejor de asegurar que los españoles se beneficiaran de su patrimonio". Es por eso que decidieron, entre otras cosas, aportar parte de la herencia al proyecto de la Fundació menorquina. "Estoy seguro de que el señor Balada estaría hoy satisfecho de ver el destino que le hemos dado al dinero que hemos recibido", concluyó.

Tras compartir un cóctel con los trabajadores y los usuarios de la Fundació, los Príncipes abandonaron Ciutadella ante la presencia de unas cuarenta personas que desafiaron el frío, el viento y la lluvia para poder estrechar la mano de Sus Altezas Reales. "Ha valido la pena", concluía una emocionada señora tras poder intercambiar unas palabras con doña Letizia. "¡Qué guapa es!", sentenció.