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Al visitar la "Mostra de Ràdios Antigues" (Selección de la colección de Juan Ortiz Pons), recientemente expuesta en la Sala Multifuncional del Ayuntamiento de Es Castell, quedé anonadado puesto que la realidad supera con creces, todo cuanto uno puede imaginar; no se trata de una exposición "digna" sino de algo más, una muestras que muchos museos especializados en "ràdios antigues" desearían cobijar en sus dependencias, porque es realmente interesante, abarcando un amplio abanico que se inicia en las radios a galena y finaliza en el momento en el que las técnicas modernas hicieron su aparición. Aunque nos conocíamos de hace muchos años e incluso tu hija Maite fue compañera mía en Trasmediterránea, desconocía esta afición tuya, aunque mejor sería decir "pasión".

¿Cuándo nació o despertó en ti?

Uno nace músico, pintor o escritor y otros lo hacemos con aficiones dispares; yo diría que ésta pasión nació conmigo y la he ido desarrollando a lo largo de toda mi vida.

Pero debes tener algunos datos concretos.

Efectivamente, me aficioné a la radio con apenas 14 años, en Villacarlos, hoy Es Castell, había una tienda Ca na Guedi "Sagó", tienda idéntica a aquellas que salen en las películas del Oeste americano y yo, con los ahorrillos que iba "replagant" compraba libros de una colección sobre radio que la Editorial Bruguera editaba y de ésta forma comencé mi aprendizaje de un mundo que desconocía pero que desde el primer momento me entusiasmó.

Y te las ingeniaste para fabricarte su primer aparato de radio.

Pues sí, utilizando un pote de polvos de TALCO me hice una radio a galena con la que oía perfectamente Radio Menorca; como antena utilizaba el somier hasta que leí que la instalación eléctrica de la casa podía servir como tal y así lo hice con lo que se me abrió un mundo nuevo, y toda una serie de posibilidades que desconocía por completo.

Ampliando con ello tus recepciones.

Del todo, la primera emisora que localicé fue Radio Barcelona EAJ 1 y poco después Radio París.

Y por primera vez escuchaste la cálida voz de Edith Piaf.

Sí, una voz que te envolvía y que siempre he recordado y que posteriormente fui conociendo mejor con canciones como "Un etranger", Padam, Padam" o "La vie en Rose", entre otras muchas.

Lo cual te llevó a escribir una carta a Radio París.

Lo hice porque me parecía algo insólito y quise explicarles mi caso; les dije que desde Villacarlos, en Menorca, había conectado con ellos y les expuso toda una serie de detalles, pero lo curioso fue que al cabo de un mes recibí una carta de "Amigos de la Radio de París" que me alentaban a seguir con mi afición y me felicitaban por todo cuanto había logrado; para mí esta carta representó una gran alegría y una no menor satisfacción.

¿Entendías el francés?

A medias; yo empecé a estudiar en la academia del Sr. Ortiz, ubicada en el colegio de los Hermanos de La Salle; él y el Sr. Sans cubrían la ausencia de los hermanos y un grupo de niños de Es Castell, yo entre ellos, estudiábamos allí, y allí seguí cuando los hermanos de las Escuelas Cristianas se hicieron cargo nuevamente de su antiguo colegio.

Con el hermano Pedro a la cabeza.

Sí y con el hermano Teófilo Juan con el que seguí estudiando francés, por lo que en la carta a Radio París les decía que escuchando sus emisiones iba perfeccionando mi francés.

Seguiremos con tu etapa escolar. ¿Cuál fue tu siguiente paso?

El Instituto pero estuve poco tiempo porque ingresé en la "Escuela de Aprendices" de La Mola.

¿En qué consistía dicha Escuela?

En ella y durante cuatro años íbamos aprendiendo diversas especialidades en base a un programa teórico y práctico que impartían varios profesores, todos ellos militares, como el capitán Montoto o el comandante Clar, que era el director de dicha escuela.

Pero surgió una excelente oportunidad que no desaprovechaste.

Así fue; el Comandante Clar nos comunicó que se había creado el Cuerpo de Especialistas, con tres "sedes", Cartagena, Ferrol y Cádiz y yo, junto con otros compañeros, ingresé en Cartagena; luego, los alumnos de los tres centros, tras aprobar el curso, nos concentrábamos en Madrid para realizar el definitivo aprendizaje y convertirnos en especialistas; yo obtuve el número 13 de mi promoción, como especialista como "mecánico electricista de armas" y fui destino a Artillería.

Lo cual representaba entrar en el "engranaje" del Ejército.

Sí, e ir ascendiendo; en 1958, ya de sargento, fui destinado a Palma, y en el 60 me casé, incluso mis dos primeros hijos, Juan Carlos y Maite nacieron allí, en la Clínica Mare Nostrum, Santi, mi tercer hijo, es menorquín.

Pero nunca dejaste tu afición ni de ampliar tus conocimientos al respeto.

Nunca, hice varios cursos de electrónica y de radar y apuntaré que, en Cartagena, en lo referente a radio, era uno de los alumnos más aventajados.

Tú padre también estuvo relacionado con el Ejército, ¿cierto?

Del todo, era carpintero, "fuster", y trabajaba en Automóviles, aquí, en Es Castell, pero se produjo un reajuste de personal a nivel de Baleares y fue destinado a Palma, destino que no aceptó y se licenció y dado que tenía un taller, una carpintería, montado siguió en su oficio especializando en la construcción de muebles porque era un excelente ebanista; hoy todavía hay gente que me dice que tienen un mueble fabricado por él y que parece como nuevo; en realidad trabajaba cualquier tipo de madera pero con oficio, cuidado y sensibilidad.

Y tú, ¿seguías montando aparatos de radio?

Desde luego que sí, en la Casa de la Radio, en Maó me compré un kit y me fabrique una radio y mi padre me hizo el mueble; además seguí montando radios para gente conocida, para amigos y, al propio tiempo me dedicaba a cualquier tipo de reparación, incluso me desplazaba a Ciutadella y a todos los pueblos de la Isla; era un trabajo que me gustaba y, aunque agotador, lo hacía con satisfacción.

Y con algún problemita porque en una ocasión la Guardia Civil te dio el alto.

Fue una anécdota muy divertida; regresaba de Ciutadella, ya de noche, y en el auto llevaba varios aparatos para arreglarlos en mi casa, cuando en Alaior la Guardia Civil me paró preguntándome a donde iba; les explique que me dirigía a mi casa, en Es Castell y que venía de Ciutadella, pero al ver los aparatos de radio en el coche pensaron que era el "producto" de un robo y de inmediato me pidieron la documentación; les enseñé mi documentación militar y les expliqué a que se debía el que transportara aquellos aparatos; afortunadamente todo quedó en una anécdota.

Y en Palma, ¿en qué firma trabajaste?

En la Grunding; ten en cuenta que mi trabajo en el Ejército me permitía alternar ambas tareas, sobre todo porque tenía las tardes libres.

Allí, en la capital del archipiélago, ¿en dónde estuviste destinado?

En cuatro baterías de costa; Endarrucat, que era como un campamento al estilo del de La Mola, Ragana, Punta LLobera y Cap Blanco, instalada junto al faro del mismo nombre.

Al regresar a Menorca, ¿seguiste con tus "cosas"?

Desde luego que sí; Anselmo Olives me ofreció trabajar con él, pero como tenia su taller en Alaior no acepté su ofrecimiento, pero seguí, como te he dicho, por mi cuenta yendo y viniendo por toda la Isla.

Tu colección es inimaginable y en un excelente estado de conservación, ¿cuántas piezas aproximadamente?

Entre los aparatos a galena, los de lámparas vista, de capella y demás la cifra aproximada está más cercana a los 300 que a los doscientos y si a todo esto se añadimos las lámparas y otros accesorios complementarios llegaríamos a las 500 piezas.

Para ti, ¿cuál es el objetivo de dicha colección?

Me gustaría instalarla en un museo, bajo la fórmula que fuese, fundación, cesión, etc., pero ubicado aquí, en Es Castell o en Maó, sobre todo por la comodidad que para mi esto significaría para poder hacer un seguimiento de todas las piezas y mantenerlo todo en perfectas condiciones.

¿Has tenido algún ofrecimiento?

Uno, que me produjo una gran satisfacción pero que rehusé porque iba a instalarse en Es Mercadal y fui consciente con lo que anteriormente te he dicho; la inmediatez y la comodidad.

Hay tres radios que me han llamado poderosamente la atención, los tres alemanes, de la etapa nazi, con Hitler en el poder.

Curiosos; son aparatos muy sobrios, al estilo de la Alemania de aquella etapa en que la censura impuso su ley hasta el extremo de que las radios tenían poco alcance, prácticamente solo se oían las emisoras locales, las propagandísticas, las que solo hablaban de las bondades y virtudes del régimen nazi y de las gestas de sus ejércitos y quien se atrevía a escuchar emisoras extranjeras, si era cazado sabía a lo que se exponía.

Disciplina total y absoluta que ahora sería difícil de aplicar.

Con las alternativas actuales que incluso con el móvil puedes informarte de cualquier tipo de noticia, aquella censura sería imposible de implantar.

Me has dicho que la llegada de la televisión en color determinó el "final de una etapa"

Efectivamente; yo mismo, y en mi colección, tengo muchas piezas que al llegar la televisión en color quedaron obsoletas, prácticamente fuera de juego.

Relacionándolo con una pregunta anterior, te haré otra, ¿venderías tu colección?

No, no la vendería sobre todo ahora en que mis tres hijos han manifestado públicamente estar por la creación de un museo.

Tú además de militar (comandante retirado del cuerpo de especialistas del Ejército de Tierra), de técnico en Electrónica y Electricidad, eres el más antiguo radioaficionado de Baleares.

Así es y con el indicativo EA6BE, como también soy miembro de la URE (Unión de radioaficionados españoles) y de la ACAR (Asociación Cultural de amigos de la radio), como ves es una afición que se asemeja más a tu definición: Pasión.

¿Algún contacto especial como radioaficionado?

Muchísimos, te indicaré tres, el primero con nuestro Rey, Don Juan Carlos, el segundo con el Rey de Jordania y el tercero con un menorquín que residía en la Patagonia argentina, y que hacía muchos años estaba desconectado por completo de su familia, un caso singular pero mucho más frecuente de lo imaginamos.

¿Conectaste de nuevo con él?

Sí; te contaré la historia porque es muy compleja y bonita; la primera vez me dio el nombre de dos familiares suyos, uno de Sant Lluís y otro de Es Mercadal, lógicamente contacté con ellos y quedamos en un día para que viniesen a mi casa y desde allí establecer comunicación con Argentina, vino el familiar de Sant Lluis; la prima de Es Mercadal y a causa de su estado de salud, no vino; hablaron durante casi una hora … posteriormente y después de asistir al Mundial de fútbol de Inglaterra se desplazó a Menorca para conocerme personalmente y estar con sus familiares; todo lo cual significó una satisfacción para mi y una alegría para todos.

¿Muchas "conexiones"?

He conectado con más de 300 países todos ellos confirmados en mi tarjeta y con 52 condados de EEUU.

Por lo que veo es como una droga.

Más que una droga porque ser radioaficionado te proporciona muchísimas alegrías y grandes satisfacciones.

Rebobinemos, ¿cómo se vivía en aquel Villacarlos de tu juventud?

Plácidamente, era un feudo militar, pero los militares le conferían mucha vida; en el pueblo había un enorme afán por prosperar, pero la vida cotidiana era tranquila y sin excesivas complicaciones.

Te casaste con una de las hermanas Barceló, que tenían fama de ser y lo eran, de las chicas más guapas de Es Castell.

Efectivamente, es tal como dices pero te desvelaré un secreto, mi mujer fue la tercera novia que tuve, hasta el extremo de que mi padre me llamó a capitulo: "que ésta sea la definitiva …"; además mi madre y la que fue mi suegra eran muy amigas y tenía que comportarme.

¿Eras un "pinteta"?

No, era buen chico pero en aquellos años todos éramos bastante lanzados; sin embargo y en honor a la verdad he de decirte que con mi mujer he sido muy feliz y que sigo enamorado de ella, tanto o más que el primer día pese a llevar 51 años casados.

Es Castell ha ido cambiando, incluso estructuralmente, ¿qué nota le darías a esta transformación física?

Aunque no todo ha sido positivo, o del agrado de todos, mi nota seria de notable alto.

En el capítulo de agradecimientos hay uno muy especial.

El de mi padre que trabajó "de valent" para poderme dar una formación que me ha permitido llegar hasta donde he llegado; también a mi mujer y a mis hijos que han sido "cómplices" en mi afición y siempre me han apoyado sin tener en cuenta las molestias que tantas "piezas" les han causado.

Menorca se mueve al compás del Turismo, ¿qué opinas al respeto?

Que lo deseable sería que otros sectores productivos tuvieran la fuerza de antaño, sobre todo la bisutería, el calzado y el mundo agrario pero, al no ser así, lo que importa es apoyar y desarrollar convenientemente el turismo.

¿Te preocupa el futuro?

El mío ya lo tengo trazado en cuanto al de mis hijos y nietas, como en general, creo que sabrán estar a la altura de las circunstancias y sabrán "tirar del carro" como hicimos nosotros.

Y a la vida, ¿Qué le pides?

Soy bastante consecuente y por ello doy gracias a Dios por todo cuanto me ha dado y, a la vida, además de salud le pido seguir al lado de los míos, porque con ellos soy enormemente feliz.

Lógico, porque el fundamento de la felicidad está en sentirse bien con uno mismo y con su entorno.