Quesería. La fábrica no tiene suficiente producción para ocupar a todos los trabajadores - Archivo

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Quesería Menorquina, hasta esta semana propiedad de Nueva Rumasa, está ultimando la tramitación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERTE) Temporal de seis meses de duración que afectará a "gran parte" de la plantilla integrada por unos 180 trabajadores. Será de carácter rotatorio y mantendrá una parte de la jornada laboral en la fábrica con el fin de preservar el nivel de producción.

"De una manera o de otra afectará a gran parte de la plantilla, no todo el mundo irá los seis meses, pero casi todos se verán afectados por la aplicación del ERE temporal", señalaron fuentes sindicales. Las mismas precisaron que sólo "quedan pequeños flecos" en la negociación abierta con los administradores judiciales nombrados por la juez de lo Mercantil de Palma al estar la fábrica inmersa en un proceso concursal. El expediente comenzará a aplicarse en el plazo de dos o tres semanas, después de recibir el visto bueno del juez que lleva el caso y posteriormente de la autoridad laboral.

"No tenemos la suficiente producción para ocupar a todos los trabajadores debido a lo que hemos soportado hasta ahora con la familia Ruiz Mateos", señalaron las mismas fuentes, que precisaron que la plantilla disfruta de una semana de vacaciones actualmente ante la falta de trabajo. A pesar de la escasez de pedidos, el comité de empresa no se plantea eliminar alguno de los tres turnos de trabajo que mantiene la fábrica, ya que el coste de parada y arrancada de equipos y maquinaria sería superior al ahorro perseguido. "Los costes se dispararían en una producción en cadena como la nuestra. Seguiremos igual", aseveró el presidente del comité de empresa, Antonio Olives, quien justificó el ERE temporal porque "dará un respiro económico a la empresa y a los trabajadores que podrán cobrar el paro". Sin embargo, no descartó, incluso, la posibilidad de recuperar algunos de estos empleados en el caso de que se produzca un incremento puntual de pedidos.

Tras analizar la situación económica de la empresa, los nuevos propietarios (trabajadores y directivos) acordaron la aplicación de un ERE temporal la misma semana en la que firmaron la compraventa de la compañía a la empresa Carcesa, propiedad de Nueva Rumasa, por un valor simbólico de 346 euros. "Hasta que la juez de Badajoz no ratifique la compraventa aún no somos los dueños y además seguimos sujetos a las administración concursal", matizó al respecto Olives.