perinatal. El bebé ochomesino o fallecido con un mes de vida fue inhumado en una vasija (izquierda) depositada en el umbral de la entrada al recinto (derecha) - museu de menorca

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Un equipo de arqueólogos del Museu de Menorca ha recuperado los restos de un neonato en el interior de una vasija en el poblado prehistórico de Cornia, cuya antigüedad se remonta entre los años 800 y 500 a.C. durante la cultura talayótica, según ha informado el arqueólogo y codirector de las excavaciones, Toni Ferrer

La vasija con los restos del perinatal de la cultura talayótica, un ochomesino o un individuo fallecido con un mes de vida, fue localizada en el umbral de la entrada oeste del recinto que está situado al sur del santuario adosado al talayot occidental de Cornia. El recipiente, denominado olla por los arqueólogos, fue depositado después de que la entrada del recinto fuese cegada con un muro de piedras. Posteriormente, la olla fue aplastada por las piedras y materiales procedentes del derrumbe del edificio. El recipiente presenta una boca cerrada y podría tener una altura de 30 centímetros, aunque deberá esperarse hasta su reconstrucción para determinar sus características, aunque se aprecia que las paredes están decoradas con incisiones.

Los restos del neonato estaban en conexión anatómica, es decir presentaba el esqueleto entero, aunque algunas partes quedaron desplazadas de su posición original. Los primeros indicios apuntan a que el neonato vivió entre los años 800 y 500 a.C., aunque habrá que esperar los resultados de análisis del carbono 14 para certificar la antigüedad de los restos humanos

No es el primer hallazgo de un neonato realizado en Cornia, ya que en las excavaciones de 2010 aparecieron los restos de lo que en un principio se consideró un recién nacido de época romana, que fue inhumado en una cavidad del muro exterior en la zona oriental de la fachada del santuario. No obstante, el posterior estudio antropológico de los restos humanos determinó que en realidad se trataba de dos neonatos.

La actual campaña se ha centrado en el ámbito exterior oriental del santuario, donde se localizan tres habitaciones, de las cuales una de ellas fue excavada en 2010. En la habitación más próxima al talayot, con una superficie de cuatro metros cuadrados, han aparecido niveles de ocupación con restos de madera y de cereales carbonizados, lo que induce a pensar de que se trataba de una estructura de combustión.

La arqueóloga y codirectora de las excavaciones, Montserrat Anglada, ha informado sobre los trabajos de consolidación de las zonas excavadas el pasado año, como el hogar o estructura de combustión situado en el pasillo central del santuario, el pavimento exterior situado frente al mismo, la restitución de los zócalos de la fachada principal y la reconstrucción de las crestas de los muros de las fachadas principal y oriental, así como la nivelación del pavimento de las dependencias.

El equipo, dirigido por los arqueólogos Lluís Plantalamor, Toni Ferrer y Montserrat Anglada, está formado por Thais Fadrique, Raquel Ruiz, Martí Carbonell, Borja Corral, Carlos Muro y Peter Hochsieder. También se cuenta con la colaboración puntual de Marck Van Strydonck, del Instituto Real de Patrimonio Artístico de Bélgica, su esposa Herlinda Van Strydonck, Guy de Mulder, de la Universidad de Gante, y Susana Gray.

El próximo sábado tendrá lugar una jornada de puertas abiertas, de 10 a 13 horas, para que las personas interesadas pueden observar los trabajos que se realizan en el poblado de Cornia. La campaña de excavaciones ha sido organizada por el Museu de Menorca y la asociación Amics del Museu de Menorca, cuenta con la financiación del Consell y la Direcció General de Recerca del Govern balear y ha sido posible gracias a la disponibilidad de la familia Sard, propietaria de la finca donde se ubica el poblado prehistórico.