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Me llamo Pedro Sintes Ronda, nací en Maó y tengo 54 años. Soy funcionario y vigilante de seguridad, tengo dos hijos y, cuando tengo tiempo libre, me gusta montar a caballo, de hecho suelo montar en las fiestas de varios pueblos; ir al gimnasio y el deporte.

Usted es funcionario en el Ayuntamiento de Maó pero también es vigilante de seguridad. ¿Cómo casan esas dos ocupaciones?
Lo de vigilante de seguridad llegó porque pedí una excedencia en el Ayuntamiento. Me encanta ese trabajo pero tengo que incorporarme de nuevo en el Consistorio. Aunque estoy bien a nivel laboral, me siento un poco agobiado.

Uno de sus hijos no encuentra trabajo. Es uno más de la cantidad de jóvenes que están parados y sin perspectivas de futuro.
Estoy muy preocupado por la juventud, no hay futuro en Menorca. Cada día exigen más y a eso hay que añadir que hay muchísima gente en la cola para acceder al puesto. Los empresarios exigen requisitos que a veces no son necesarios para según qué trabajo y se les olvida que no se nace sabiendo. Además, están muy cerrados y no quieren contratar. Un amigo de mi hijo ha llegado a dar los datos en una empresa y ni si quiera lo han vuelto a llamar. En Maó, concretamente, no hay movimiento. Estamos atrasados.

¿Cree que los servicios destinados a ayudar y a buscar empleo son eficaces y útiles para los ciudadanos?
Mucha gente me ha dicho que en estos lugares no se informa bien. Han puesto medios informáticos para quitarse a la gente de encima. Cuando vas a pedir algo te miran con mala cara como si fueses tú el que no quieres trabajar, cuando es todo lo contrario. Los políticos deberían tomarse todo esto en serio. Los jóvenes están desesperados, no pueden independizarse ni formar una familia... No puede ser.

Su hijo y un amigo son quienes le cuentan lo mal que está la cosa, que hay empresas que ni si quiera aceptan currículos. ¿Cuáles son sus planes?
El amigo de mi hijo está pensando en sacarse unas oposiciones. Y yo, si tuviera dinero suficiente o el banco me hiciera un préstamo, lo cual también es complicado; montaría un bar de copas a mi hijo. Un espacio que ofreciera algo diferente. Ambos han estado en la Península probando suerte pero tuvieron que volver. No avanzaremos si no se les da facilidades para que accedan al mercado laboral y ya están muy nerviosos.