Puerto. A partir de las 20 horas, quedó cerrado al tránsito de las golondrinas y de las embarcaciones chárter hasta las cuatro de la madrugada - Archivo

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Un aviso de 'rissaga' obligó a cerrar el puerto interior de Ciutadella desde las 20 horas de ayer hasta las cuatro de esta madrugada. La alerta apuntaba a la posibilidad de oscilaciones del nivel del mar de hasta 90 centímetros, lo que se corresponde con la alerta amarilla y, según el protocolo de seguridad vigente en Ciutadella, implica el cierre del puerto al tránsito marítimo. No obstante, ayer eran muchos los que se hacían la misma pregunta: ¿Por qué hay que cerrar el puerto si los grandes buques de las navieras ya no operan en él, sino que lo hacen en el dique exterior?

Fuentes de Ports de les Illes Balears se remitían al protocolo vigente, y aseguraban que la seguridad debe garantizarse para todos, sean grandes barcos como los de las navieras u otros más pequeños como las golondrinas o los chárters que transportan pasajeros. A pesar de esta explicación, el cierre del puerto ha vuelto a despertar las voces que piden la revisión del protocolo de seguridad, más ahora cuando la actividad en el interior del puerto ha cambiado radicalmente con la desaparición de las grandes navieras.

LA OPINIÓN DE ASMEN
La Asociación de Empresarios Náuticos de Menorca (ASMEN), actualmente los únicos afectados directamente por el cierre del puerto por el aviso de 'rissaga', ya han dirigido una petición por escrito a los nuevos responsables de Ports de les Illes Balears para que se revise el protocolo. Su presidente, Justo Saura, explica que no se trata de ir en contra del cierre del puerto, "puesto que somos partidarios de la máxima seguridad y de evitar cualquier peligro".

Su intención es ofrecer alternativas, y ya han puesto uno encima de la mesa: utilizar el puerto de Son Blanc cuando la rada interior esté inoperativa debido al riesgo de 'rissaga'. Se trataría, explica, de que las golondrinas y los barcos chárter pudieran embarcar y desembarcar pasajeros en la nueva infraestructura portuaria de manera provisional, aprovechando la proximidad de Son Blanc con el puerto tradicional. ASMEN se reunió el lunes con el nuevo director general de Puertos del Govern balear, Antonio Deudero, y le hizo llegar esta propuesta.

LOS PESCADORES, IGUAL
La Cofradía de Pescadores también se muestra partidaria de una modificación del protocolo de seguridad, si bien éste no les afecta directamente. El presidente de la entidad, Josep Caules, comenta que "desde que el nuevo puerto exterior está en marcha, debería implantarse un nuevo protocolo en el interior, puesto que el actual está obsoleto y es algo desproporcionado. El riesgo sigue existiendo, pero es menor ahora que los grandes buques ya no operan en el puerto interior".

EL CLUB NÀUTIC, CRÍTICO
Quien ayer se mostraba especialmente molesto por el cierre del puerto era el presidente del Club Nàutic Ciutadella, Bartolomé Carrasco. Más que por el cierre en sí, por la forma en que se ha hecho. Según Carrasco, el aviso de cierre se ha difundido por múltiples medios sin especificar que la medida solamente afecta a las golondrinas y a los barcos chárter. "Se ha creado una alarma innecesaria, puesto que el puerto sigue abierto las 24 horas para los navegantes particulares, y algunos de ellos han amarrado ya fuera del puerto por la confusión del mensaje", explica. Carrasco entiende que "sería más lógico avisar únicamente a las embarcaciones afectadas por el cierre y no difundir estos mensajes a bombo y platillo que nos afectan mucho".

Desde el Club Nàutic también tienen intención de dirigirse a Ports de les Illes Balears para solicitar una revisión del protocolo de seguridad del puerto y también del sistema de avisos de cierre de la rada. Además, desde la entidad quieren aprovechar este encuentro para mantener el primer contacto con los nuevos dirigentes de Ports.