postales. La mayoría de ellas ofrece imágenes idílicas de Menorca, casi ninguna de ellas con posidonia. Una excepción es Es Grau - Gemma Andreu

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En plena polémica sobre si las playas de Menorca deben ser como las postales, o si deben ser las postales las que deben ser idénticas sa las playas, este periódico se ha puesto en contacto con los productores de postales. Su sentencia es clara: "Los turistas quieren ver playas vírgenes con aguas cristalinas, y las algas como foto no se venden", comentan. Así, este editor asegura que la postal no tiene por qué ser una reproducción cien por cien calcada de la realidad, y para explicarlo, usa un ejemplo. "Cuando haces un retrato a una modelo, ella se maquilla, se ponen focos y se escoge el mejor escenario para que la foto quede bien. Luego, quizás te encuentras esa misma modelo por la calle y no te parece tan guapa. Con las postales, pasa algo similar".

No se trata, explican, de manipular la realidad, ni de abusar de programas de retoque fotográfico. "No se trata de falsear la verdad, sino de encontrar el día óptimo para hacer la fotografía", comentan. Para los fotógrafos de las postales, la mejor época es entre abril y junio, o a partir de setiembre. "Es por la luz", aseguran, aunque no esconden que en esta época las playas están menos abarrotadas y la instantánea queda mejor.

Algunos editores confiesan que algunas veces han escuchado comentarios criticando que la playa que aparece en la postal no es la misma que luego se encuentran cuando van a visitar la de verdad. En el tema de las algas, aseguran que "es difícil que se venda una foto de una playa con algas, como también es difícil vender una postal de una calle con coches aparcados a ambos lados".

Si tuvieran que hacer un ranking de las postales menorquinas más vendidas, las playas de Cala Mitjaneta y Macarella, y también los puertos de Maó y Ciutadella ocuparían puestos muy altos. Sobre las dos playas que han sido centro de la polémica en estos últimos días, Macarella y Son Saura, algunos fotógrafos aseguran que no son calas "especialmente fotogénicas". Son Saura por ser una cala muy abierta "aunque con uno de los mejores fondos de arena de Menorca", y Macarella por su orografía, que hace preferible una fotografía a su hermana pequeña, Macarelleta.