Maó. El doble sentido de la circulación en la zona de Can Pota es la que más rechazo ha creado - Javier

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El portavoz de Esquerra de Menorca-Esquerra Unida en Maó, Mateu Llabrés, se muestra muy crítico con los cambios circulatorios introducidos en esta ciudad por el nuevo equipo de gobierno del PP. "No es una cuestión de ideologías sino de sentido común", recalca, quien fuera durante el pasado mandato el alma mater de la "pacificación del centro", el plan de movilidad implantado en Maó basado en la restricción del tráfico al casco urbano.

Llabrés asevera que en la mayoría de las ciudades turísticas de España, incluso las gobernadas por el PP, la política de movilidad tiende a la restricción del tráfico en el centro urbano, por seguridad y por cuestiones medioambientales (humos, contaminación acústica), y ese, recalca, fue el camino iniciado por el anterior equipo de gobierno.

Denuncia que en apenas unas semanas, los populares han destruido los avances logrados con la excusa de favorecer el acceso al puerto. En su opinión, el doble carril en la zona de Can Pota es temerario y peligroso para conductores y viandantes debido a la estrechez de la calzada. "Afirman (el equipo de gobierno) que sigue siendo una zona de a veinte, pero no basta con una señal que lo indique a conductores y peatones sino que el propio escenario debe bastar y en este caso la densidad del tráfico no logra dar credibilidad alguna", critica Llabrés.

"Los cambios hacen de efecto llamada para que los coches vuelvan al centro y desde el punto de vista de la seguridad es un peligro", añade. En su opinión, el peatón ha perdido espacio en las plazas del Príncipe, de España y Conquesta, convirtiéndose esta última en una zona de aparcamiento. Con el riesgo, añadido de que las calles remodeladas recientemente fueron diseñadas para reducir el tránsito, estrechando la calzada. "Es un error. Se han cargado el trabajo iniciado", advierte, al tiempo que se pregunta por cuáles son los informes técnicos de la Policía Local y los estudios de movilidad avalan los cambios puestos en práctica.

Por su parte, la Plataforma per la Mobilitat Alternativa de Maó, que tacha los cambios introducidos por el PP de "absolutamente incompresibles y de retroceso", no descarta realizar alguna acción de protesta, aunque aún no tiene nada definido.

"No planteamos esto como una lucha, sino como la necesidad de aplicar el sentido común", explicó ayer Antoni García, uno de los miembros de la Plataforma "Lo que no se entiende es que no hayan dado el tiempo suficiente para ver si los cambios y la pacificación del tráfico que se perseguía funcionan o no en verano, que es la prueba de fuego", señaló. "Podrían haber introducido algunas variaciones, pero lo que han hecho es borrar totalmente los cambios y regresar a lo que tenía Maó hace un año", concluyó.

En relación a esta polémica, Carlos Puig, un vecino de Maó promueve la creación de una asociación vecinal para que el Ayuntamiento tenga en cuenta la opinión de los residentes en esta y otras materias. Los interesados en esta propuesta pueden contactar con él a través del correo centredemao@hotmail.com.