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Me llamo Laia Seguí, nací en Maó el 18 de mayo de 1977. Soy cocinera y después de viajar alrededor del mundo y trabajar con cocineros de talla internacional, hace algo más de un año que monté en la Isla una empresa de organización de eventos, bodas, fiestas y cenas privadas. Soy un chef privado. Me gusta mucho enseñar y aprender cosas nuevas además de viajar, leer y, claro, cocinar.

¿Cuándo decide salir de la Isla para embarcarse en este proyecto de la hostelería?
A los 18 años me fui a Barcelona a estudiar Hostelería y Dirección Hotelera en la Universitat de Barcelona. Después estuve trabajando en la Costa Azul francesa y me di cuenta que me encantaba aprender viajando por el mundo. Viví en Saint Thomas, la isla principal de las Islas Vírgenes de Estados Unidos, donde tuve la oportunidad de trabajar en la cocina del Ritz Carlton y donde descubrí la pasión por la cocina además de aprender cómo funciona una empresa americana. También estuve en Tailandia, Australia, Vietnam, donde aprendí sobre cocina exótica y creció mi mundo creativo, estético y visual. También estuve trabajando en Amsterdam, Cuba e Inglaterra.

Después de esta importante carrera, pudo compartir fogones con el cocinero Ferran Adrià, ¿verdad?
Fue en 2006 cundo estuve trabajando en la cocina de El Bulli. Ha sido para mí mi mejor experiencia profesional. Es lo máximo en cocina. Aprendí a trabajar con nitrógeno, productos deshidratados. Es una cocina que no se puede volver a experimentar en ningún otro lugar. Mi labor fue codo con codo con Albert Adrià en la pastelería, que es de donde salen los aperitivos y los postres. Éramos cinco mientras que en el otro departamento eran muchísimos.

Estas experiencias le han permitido tratar con los grandes de la cocina.
He tenido la oportunidad de tratar con Arzak y con Heston Blumenthal, el chef de un restaurante muy conocido de Inglaterra, el Fat Dug. Pero también he podido conocer a Bob Steward, los Príncipes de Asturias y Andreu Buenafuente, entre muchos otros.

Y después, ¿volvió a Menorca?
Me salieron muchas oportunidades de trabajo. Por ejemplo, irme a la central del Ritz Carlton en Atlanta o trabajar con Arzak pero decidí volver a Menorca después de doce años fuera.

Ha creado una empresa un tanto innovadora, ¿no es así?
He estado trabajando en la empresa productora de eventos de mi padre, Toni Seguí, en Barcelona. Cuando regresé a la Isla hice de profesora de cocina en una escuela de adultos y empecé también con caterings. Me di cuenta que hacía falta un servicio completo, personal. La figura del 'wedding planner', que es una de las que ofrezco, empieza a entrar en España ahora aunque internacionalmente está muy desarrollada. Viene mucha gente de fuera a casarse en la Isla y busca una boda diferente en lugares mágicos. Además, hago de chef privado y de asistente privado, me encargo de todo para que una casa, un barco, esté listo cuando vengan sus propietarios.