Fornells. El puesto de golosinas se encuentra situado junto al muelle y, según las entidades, ocupa más metros de los permitidos - Paco Sturla

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La petición formal cursada recientemente por seis entidades de Fornells ante Ports de Balears, (adscrito a la Conselleria de Turismo) y el Ayuntamiento de Es Mercadal, en la que solicitan la reubicación de un puesto ambulante de golosinas situado junto al muelle, ha desatado la polémica en este pequeño núcleo urbano.

La queja no es nueva, de hecho se remonta varios años atrás, pero decepcionadas ante la falta de un respuesta concreta por parte de las administraciones local y autonómica, las entidades han dado un paso al frente y puesto el caso en manos de un abogado.

La Asociación de Vecinos de Fornells, la Estación Náutica, la Cofradía de Pescadores, la Asociación de Comerciantes, el Norteño Club de Fútbol y el Club Náutico de esta localidad recalcan no tener nada en contra del puesto ambulante. "No existe ninguna denuncia contra su propietario como se dice", matiza el presidente de la Asociación de Vecinos, Antoni Sintes, pero reclama la reubicación de la parada por cuestiones de imagen y de seguridad, "hay una gasolinera al lado". Asegura, además que el puesto ocupa 17 metros lineales, cuando en realidad sólo tiene permiso para 13. "No sólo quita las vistas del muelle sino que dificulta el paso. Nos dicen que el funcionario de Ports de aquí le ha dado permiso para ampliar, pero en Palma no saben nada según explica el abogado. Esto cabrea un poco", incide.

Sintes critica asimismo el incumplimiento de las promesas de reubicar el puesto realizadas el año pasado a la entidad por parte del vicepresidente de Ports, Antoni Armengol, y la alcaldesa pedánea de Fornells, Constanza Navarro. Al respecto, el alcalde de Es Mercadal, Francesc Ametller, matiza que el Ayuntamiento no tiene ninguna competencia en esta materia, aunque sí ha mediado en la polémica entrevistándose hace unos días con el nuevo director general de Ports, Antoni Deudero. "Es un problema que no es sencillo de resolver", advierte.

Amarres sin adjudicar

El malestar de la Asociación de Vecinos con Ports acumula desde hace años agravios por sucesivos incumplimientos; el traslado del varadero que nunca llega, la reubicación de la gasolinera que se creó junto al muelle "de forma provisional" en 2007 y la concesión de nuevos amarres de base.

Precisamente en relación a la reordenación del puerto, el presidente de la entidad, Antoni Sintes, denuncia que desde hace un año los vecinos no saben nada de los 14 nuevos puntos de atraque que Ports aprobó. "En septiembre nos mandaron una carta certificada, pero aún no se han adjudicado los amarres", explica desconcertado. Todo y a pesar de que Ports prometió en su día crear en la bahía 50 nuevos amares base para todo el año a fin de dar salida a la lista de espera de cerca de 400 solicitudes que acumula este puerto.

17 años sin concesiones

Desde que se creara hace 17 años, la lista no se ha movido. Esta circunstancia provoca que muchas embarcaciones propiedad de vecinos de Fornells sean tratadas como si estuvieran en tránsito durante los cuatro meses de verano (debido a la falta de espacio) y, por tanto, se ven obligadas a pagar a Ports tarifas mucho más caras. Así, por ejemplo, una embarcación de cinco metros de eslora que en invierno paga por amarrar en el puerto de Fornells unos 60 euros mensuales, en verano debe abonar cerca de 200.

Tras una primera revisión, Ports detectó el año pasado la posibilidad de crear 14 puntos nuevos puntos de atraque que se sumarían a los 50 comprometidos. El ente público abrió la lista de espera y concedió los nuevos amarres siguiendo el orden de prioridad. Finalizado el proceso de exposición pública, se abrió el trámite de alegaciones y, desde entonces, los vecinos esperan que Ports apruebe la adjudicación definitiva de los amarres. El presidente de la asociación vecinal confía en que esta cuestión comience a desbloquearse en los próximos meses.

El propietario asegura que sufre "mobbing y acoso"

El propietario la empresa Fruts Earl y B S.L., Luís Hierro, que gestiona el puesto ambulante de golosinas situado junto al muelle, afirma estar sufriendo "mobbing y acoso" por parte "de unos señores privilegiados" de Fornells. "Llevo en ese sitio desde 1999" recalca, "si me voy a la zona del parque de columpios como quieren sería la ruina", espeta.

Hierro relata que el puesto de golosinas da trabajo actualmente a cinco personas y que este año ha perdido un 35 por ciento de la venta porque se ha visto obligado a reducir las dimensiones de la parada. De hecho, en relación a las acusaciones de las entidades firmantes del escrito de que excede los 13 metros lineales permitidos de ocupación de la vía pública, reconoce que al principio cometió "un error" de interpretación de la licencia, pero que la ampliación actual tiene el permiso correspondiente.

"Solicite llegar hasta 17 metros lineales. Tienen que remitirme el permiso, pero el jefe de explotación de Ports dice que la ampliación ha sido concedida", explica.

En cuanto a la peligrosidad de la gasolinera cercana incide en que el depósito de combustible es peligrosos para todos y aprovecha para arremeter contra los restauradores que han promovido el escrito.

"Hay muchas terrazas ilegales, son construcciones fijas y deben desmontarlas por la noche, apenas dejan paso a los peatones y cochecitos y además algunos colocan las mesas fuera del sitio permitido", comenta.