Jaleo. A las 9 de la mañana se iniciaban las actividades en Llucmaçanes con la salida de los gigantes, la Misa de Caixers y el tradicional jaleo enfrente de la iglesia de Sant Gaietà - Gemma Andreu

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El día de ayer amaneció como debe ser en pleno agosto: soleado, muy caluroso y sin apenas rachas de viento. Aunque dicha meteorología invita a coger nuestros bártulos y dirigirnos a cualquier playa, se nota que las fiestas de Llucmaçanes tienen mucho tirón y es que el día de Sant Gaietà se vivió de manera intensa en la población y no sólo por sus residentes, también por los numerosos ciudadanos que se acercaron para disfrutar del segundo día festivo.

A las 9 de la mañana se iniciaban los actos tradicionales con la salida de los gigantes Joan y Rita acompañados de la Banda de Tambores y Cornetas de Dalt Sant Joan, para dar paso a la salida de la qualcada, la celebración de la Misa de Caixers en la iglesia y el reparto del típico "aigua-ros". La Banda de Música de Maó acompañó a los saltos de los caballos en la plaza, que estuvo muy concurrida a pesar de lo fuerte que pegó el sol en las horas centrales del día.

"Aprovechamos para hacer fotografías ahora que se ve mejor que ayer por la noche. Hemos vuelto a venir por la mañana porque nos han dicho que estaría más tranquilo, aunque todavía hay mucha gente", decía un integrante de una pareja de turistas.

"Ahora es cuando los vecinos de Llucmaçanes disfrutamos más de nuestras fiestas. El primer día viene demasiada juventud de Maó por la cercanía y está demasiado abarrotado. Los actos de hoy son más familiares", comentaba una residente.

Efectivamente, la tarde-noche de Sant Gaietà volvió a contar con la participación de los gigantes y diferentes actuaciones musicales, para dar paso a los juegos infantiles, bailes y la tradicional sardinada que se celebrarán hoy mismo enfrente de la iglesia.