jugando en vacaciones. Los loteros aseguran que se nota el aumento de ventas durante la época estival - Javier

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Si hay un sentimiento asociado a los juegos azar es, sin duda, la ilusión. Quienes han comprado un boleto de lotería alguna vez saben que, aunque mínima, siempre existe la posibilidad de que sus números sean los elegidos. A todos (o a unos más que a otros) nos viene bien algo de dinero, por lo que no podemos evitar sentir cierta emoción al comprobar si nos ha tocado o no.

Precisamente, este ritual parece no haber cambiado entre los menorquines y es que, según se afirma desde diferentes administraciones de lotería, la crisis no ha podido con esa ilusión. De hecho, es en verano cuando estos negocios notan la mejoría. La llegada de turistas conlleva que los loteros vendan más, sobre todo, Primitiva y Euromillón. "La época estival es buena para nosotros porque con el turismo aumentamos las ventas notablemente", dice el propietario de una administración de Maó.

Lotería como souvenir

El hecho de que la lotería de Navidad se ponga a la venta el 1 de julio no es algo casual. Son muchos los visitantes que compran este tipo de boletos en los destinos de vacaciones, y Menorca no es una excepción. "Vienen un gran números de turistas a comprar lotería de Navidad para regalarla a los familiares. Dicen que, en vez de comprar el típico souvenir, prefieren llevarles los cupones. También compran para ellos", comentan desde una administración de Ciutadella.

Los menorquines, sin embargo, esperan a comprarla un mes o dos antes. "Nosotros, hasta que no llega noviembre o diciembre, no nos apuntamos, aunque si vamos de viaje fuera sí nos gusta comprar", afirmaba un cliente habitual de una administración de Es Castell.

Pero, ¿es Menorca un lugar en el que toque la lotería? "No mucho, la verdad. Esto es muy pequeño y hay menos probabilidades. Aún así, nosotros una vez dimos el primer premio de la Lotería Nacional y el tercero del Niño", apuntan desde un local de Maó.

En cuanto a los deseos, según los loteros, la mayoría de los turistas bromean y dicen que, si les toca la lotería, se comprarán una casa en Menorca. Los demás, casi siempre la misma frase, "para tapar agujeros", como pagar la hipoteca, el coche, y gastos varios. Y, por supuesto, el viaje que no falte.