Payaso. Tortell Poltrona animará el preludio de las fiestas en Maó - Internet

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Tortell Poltrona es el seudónimo de Jaume Mateu i Bullich, un popular payaso catalán nacido en 1955 que impulsó la creación de la sociedad Pallassos Sense Fronteres, una iniciativa que le ha llevado de expedición por países como Croacia, Cuba, República Saharaui, Colombia o Armenia, entre otros muchos lugares. Poltrona, que además es fundador y director del Circ Cric y del Centre de Recerca de les Arts del Circ, ha ganado numerosos premios y ha participado en programas de televisión, por lo que su currículum no puede ser más extenso.

El Teatre Principal acogerá mañana viernes la actuación del payaso, que será a las 20 horas al haberse modificado para no coincidir con el pregón de fiestas.

No es la primera vez que está en la Isla. El público menorquín, ¿es de risa fácil?

Menorca es muy especial y las actuaciones aquí son muy curiosas, todos los públicos son distintos aunque la risa es universal y, sí, los menorquines se ríen como todos. Luego hay características. Cuando actúo en Andorra, por ejemplo, veo que allí no hay perspectiva del infinito. La gente tiene una montaña delante. Sin embargo, en Menorca eso no ocurre por razones obvias. La última vez que actué solo fue en Es Mercadal hace varios años y el año pasado estuve en Manacor con el circo. Los catalanes tenemos debilidad por Balears.

¿Cómo enfocará el espectáculo de mañana?

Yo siempre digo que los payasos somos buscadores de pequeños momentos de inmortalidad porque cuando nos reímos, nos olvidamos de que somos mortales. Voy buscando eso y también la compenetración con los asistentes. Necesito al público porque sin él no existo. Será una antología de mis números. Llevo 37 años con la nariz y será un resumen de todo ello. Los números se van perfeccionando y adaptando con el tiempo y, al final, lo que a mí me gusta es hacer poesía escénica.

Tiene una casa, mujer, hijos y una nieta. Debe ser duro viajar a países en los que las condiciones son extremas con Payasos Sin Fronteras. ¿Qué momento le ha marcado más en ese sentido?

Todas me han marcado pero, teniendo en cuenta que a veces la gente no comprende nuestra profesión, te diré que hubo una vez en Sri Lanka, después del tsunami, que llegamos a un instituto en el que había 1.500 estudiantes y solo quedaban 700. Cuando finalizamos la actuación, el director vino y nos dijo "gracias por traernos la vida. Los lápices y cuadernos están muy bien pero lo vuestro es diferente". En países como el Congo o Haití el tema principal es la muerte.

Ha trabajado en programas televisivos. ¿Le apetecería volver?

Trabajé en la tele cuando aún era pública. Ahora responde a intereses comerciales. Me gustaría que la televisión fuera una herramienta cultural, así sí me encantaría tener un hueco, aunque no tengo ninguna propuesta. De todas formas, se hace raro porque el payaso necesita la respuesta del público. Una vez hice unos sketches que estaban acelerados. Recordaban a las películas mudas antiguas, eso me gustó mucho.

Actualmente, parece como si el mundo del circo volviera a estar en auge. ¿Qué nivel tenemos en España?

Muy bueno. Contamos con algunas figuras que destacan y ganan importantes premios. Es cierto que el circo está en auge, es un arte milenario. Hay que recordar que fueron los guerreros chinos quienes realizaban acrobacias cuando se preparaban para ir a la guerra. En todo caso, hemos pasado por varias crisis pero las escuelas de circo se recuperaron en los años 80. El problema es que, a pesar de que el resto de artes escénicas se han renovado, en este país seguimos con la idea del circo de la época mala y dura. Por otro lado, pienso que en el circo se ofrecen riesgos que retan al sentido común. Cuando estamos de gira, vamos con el camión y la caravana. Antes, el circo estaba para mostrar a la gente cosas como mujeres barbudas, animales exóticos y demás pero, actualmente, todos esos casos curiosos y animales los vemos en la televisión por lo que no tiene sentido seguir ofreciéndolo. Además, estoy en contra de la doma agresiva.

¿Cuáles son sus proyectos de futuro?

Estoy metido en muchas cosas. Me gustaría igualar el número de espectáculos que ofrecimos con Payasos Sin Fronteras el año pasado, que fueron 440. También he acabado una función con la que reflexiono sobre la muerte a través de la nariz de payaso. Los payasos hacen que nos riamos de las cosas que no comprendemos, así que creo que es una buena manera de abordar el tema.