Inauguración. El pregón del pasado día 2 fue uno de los cambios que levantó más polémica - Archivo

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Con la resaca de las fiestas de la Mare de Déu de Gràcia llega también el momento de evaluar el desarrollo de la celebración y de valorar los cambios introducidos en el programa festivo. Satisfecha con el resultado global, la alcaldesa Águeda Reynés, no titubea a la hora de señalar que algunas de las modificaciones adoptadas no han cuajado como estaba previsto y apunta que, a falta de una reunión con el resto de su equipo y la Junta de Caixers, reconsiderará una posible rectificación.

Reynés se refiere concretamente a actos como el "Volem vi", que reconoce que quedó deslucido al lanzar las botas desde diversos puntos de la Plaça Constitució. "Fue muy rápido y dio la sensación de que había menos botas puesto que se lanzaron desde el balcón del Ayuntamiento, la tarima, la Casa de Cultura, un balcón de la plaza y desde la Iglesia. La verdad es que no me acabó de convencer", admite la alcaldesa, quien explica que el objetivo de esta modificación era evitar incidentes y aumentar la seguridad de las personas congregadas en la plaza.

Por otro lado, Reynés confiesa que el cambio de hora de la "beguda" tampoco ha funcionado como se esperaba. La alcaldesa indica que esta modificación respondió a un informe elaborado por el departamento de Cultura del anterior equipo de gobierno, que alertaba de la falta de tiempo entre el jaleo y las "corregudes". Por ello, se decidió posponer el tradicional acto hasta después del "darrer toc de fabiol", explica Reynés.

Pregón

El cambio de fecha del pregón fue una de las modificaciones que levantó más polémica entre los ciudadanos e incluso motivó la celebración de un acto alternativa. La alcaldesa indica que, a pesar de que el resultado fue positivo, no se descarta la posibilidad de que el acto de inauguración de las fiestas pueda volver a tener lugar el día 6 de cara al año próximo. "Queremos escuchar a todo el mundo y siempre hemos dicho que no nos cerraremos a nada", remarca.

El recorrido de la qualcada también ha sufrido alteraciones con respecto a años anteriores. La eliminación de uno de los escenarios favoreció la salida de los caballos por la calle Isabel II, un cambio en la ruta que Reynés valora positivamente. "Es una de las modificaciones que han funcionado bien y que, en principio, se mantendrá", apunta.
Asimismo, la alcaldesa considera que el nuevo escenario de la verbena, que se celebró en la Plaça del Carme, agradó a los asistentes.