Actividad. Alumnos de ESO y Bachillerato se reencontraron ayer con sus compañeros y profesores - Paco Sturla

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Los 12.166 estudiantes de la Isla ya están en las aulas. Ayer fue el turno del último grupo de alumnos de Secundaria y Bachillerato, tras la vuelta anticipada, el lunes, de los alumnos de centros como el IES Josep Miquel Guàrdia de Alaior o el instituto Biel Martí de Ferreries, así como de los centros concertados que imparten también Primaria. La normalidad fue la tónica común durante la jornada.

A diferencia de años anteriores, la mayoría de centros inició el curso con la plantilla de profesores al completo. Una excepción fue el IES Josep Maria Quadrado de Ciutadella, donde queda aún pendiente la incorporación de un profesor por substitución.

"Suponemos que de aquí a unos pocos días estará solucionado", afirma el director del instituto, Miquel Àngel Casasnovas. En este curso, el Quadrado contará con 76 docentes.

En el centro ciutadellenc ayer volvieron a las aulas 540 alumnos, un número ligeramente superior al del año pasado. Aún así, la masificación no es a día de hoy un problema. "Estamos dentro de las ratios pero nos gustaría que algunos grupos fueran más reducidos", comenta Casasnovas.

El instituto está a las espera de poder disponer de un edificio anexo que les permitirá abandonar las dos aulas modulares instaladas en el centro. "Confío en que a lo largo del primer trimestre podamos tener el edificio a nuestra disposición". Además, el director espera el próximo estreno de la nueva sala de actos.

Más problemas de espacio tienen el IES Maria Àngels Cardona. Con más de 800 alumnos, en varios grupos de ESO se superan las ratios recomendables. "En un grupo de Tercero de ESO tenemos a 29 alumnos y en otros tres cursos hay grupos de 26", confirma el director, Joan Lluís Pons. En total, hay medio centenar de alumnos más que en el año anterior.

El profesorado, integrado por 96 docentes, está al completo. Entre las peticiones de mejora, Pons recuerda la voluntad del centro de reformar el taller de automoción. "Debido a las dificultades económicas expresadas por las administraciones tenemos pocas esperanzas de que se haga a corto plazo", confiesa.

Maó

En Maó, el IES Pascual Calbó i Caldés empezaba ayer el curso con una vieja reivindicación: la ampliación de las instalaciones. El director del centro, Rafel Andreu, lamentó que un año más continúan sin contar con la ansiada mejora, lo que según sus palabras ocasiona "gravísimos problemas de espacio". En este sentido, recordó que la petición lleva ya sin respuesta una década.

"El problemas es grave en los ciclos formativos, donde la falta de espacio es ya una tema de seguridad", señala.

Con el objetivo de mitigar estos problemas, el instituto mahonés cuenta con un aula modular, que sin embargo, "no está en las mejores condiciones" para ser utilizada.

El inicio de curso contó ayer con la plantilla de profesores al completo y los 93 docentes pudieron asistir a la jornada de presentación. "En este aspecto se ha mejorado mucho en los últimos años y casi siempre a día 1 de septiembre están todos los docentes", asegura.

La vuelta al instituto de los alumnos del Pascual Calbó transcurrió sin incidencias, a pesar de que la ausencia de la Jefa de Estudios debido a un accidente ha obligado a hacer un "esfuerzo titánico al resto de profesores". "Con un poco más de trabajo, pero lo hemos sacado adelante", destacó Andreu.

En el IES Cap de Llevant, los 104 profesores asistieron al primer día de clase, que transcurrió con normalidad. Desde el centro esperan que las aulas modulares aún presentes puedan retirarse a lo largo de este curso. También sin incidencias se produjo la vuelta a las aulas en el Joan Ramis i Ramis.

Escola d'art

En la Escola d'Art, 82 alumnos de primero y segundo de Bachillerato se reincorporaron ayer a las clases a las órdenes de 17 profesores. El director del centro, Antoni Arcas, lamenta que a estas alturas aún no han podido cerrar listas porque "ha habido inscripciones fuera de plazo aún por confirmar". "Cada año, alumnos que no son admitidos en ciclos formativos, se inscriben aquí fuera de tiempo, lo que nos genera problemas. Normalmente son alumnos que no vienen convencidos de querer estudiar artístico", señala.