arturo bagur. Deja la vida política tras una prolongada trayectoria - Archivo

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Arturo Bagur (Maó, 1948) ha puesto el punto y final a una trayectoria política de casi 29 años. El senador por Menorca tira la toalla después de no lograr el respaldo mayoritario de las agrupaciones locales del PSOE de la Isla que estos días eligen a los aspirantes al Congreso. "No quiero dar la sensación de que estoy agarrado al cargo y que quiero ir a trancas y barrancas", justifica Bagur su renuncia, después de que ni siquiera la agrupación local de Maó -de la que fue secretario general durante 15 años-respaldara mayoritariamente su candidatura. "Deben buscar una persona que suscite más confianza", añade. Bagur deja la primera línea de la política "seguiré como militante, pero ya estoy out", después de ocupar la alcaldía de Maó, entre 1993 y 2008, con mayoría absoluta en dos mandatos y dedicar los últimos tres años al Senado. Bagur ha ganado todas las elecciones en las que ha concurrido, cuatro locales, y unas generales.

¿Tira la toalla, lo deja?
Sí. Ha llegado el momento. Después de casi 29 años cuando ni siquiera iba para salir, creo que ya está bien.

¿Lo deja por propia voluntad u obligado por las circunstancias?
Un poco de todo. Las próximas elecciones serán difíciles y creo que se necesitan candidatos que tengan mucho consenso. No sé si se encontrarán, pero por lo visto yo no lo suscito. Me han votado dos agrupaciones locales, más los votos de Maó, de esta forma podría pasar tranquilamente, pero no quiero dar la sensación de que estoy agarrado al cargo y que quiero ir a trancas y barrancas. Anoche (por el martes) consulté con gente de confianza del partido y con mi mujer. Decidí que debían buscar una persona que suscitara más confianza.

¿El apoyo no era suficiente?
La agrupación de Ciutadella votó a Joana Barceló, pero Joana no se presenta (pausa) aparentemente. Alaior no se pronunció porque dijo que se vería en el comité insular. Ferreries y Mercadal sí me propusieron. Maó también, pero con bastantes abstenciones y a mí me interesa mucho Maó. Es mi agrupación, he sido secretario general 15 años y si un grupo de militantes cree que no soy la persona más adecuada, tengo mucho respeto a la agrupación. Llamé a Marc Pons (secretario general del PSOE en Menorca) para que se buscara una alternativa. No puedo iniciar una trayectoria que no es la mía. Siempre he salido por amplias mayorías. No he perdido unas elecciones desde 1983, en que iba en la lista con Borja Carreras. Pero tampoco es por perder. Si hay quienes consideran que hay otras personas más idóneas, más jóvenes o capacitadas para unas elecciones generales que serán muy difíciles, considero que es el momento de dar el paso atrás.

¿Se va dolido. Tiene la sensación de irse por la puerta de atrás?
No. En un partido tienes que saber cuando estar y cuando salir. Me hubiera dolido si ninguna agrupación me hubiera votado o nadie me hubiera animado. Creo que era el momento oportuno de dejarlo. Hace cuanto años, cuando representé a la izquierda en el Senado había gran ilusión y, esta vez, las circunstancias son diferentes, no hay desánimo, pero creo que se necesita una persona de máximo consenso para el Congreso. Esta vez no lo he tenido y aunque hubo presiones para que siguiera, tomé una decisión. Donde creo que la izquierda debe hacer de un nuevo esfuerzo para buscar una persona de consenso es en el Senado.

¿Y ahora qué?
Estoy vinculado al Senado hasta noviembre. Ya me saldrá algo. No me preocupo.

¿Y con qué se queda de todos estos años?
Con un gran sentimiento municipalista. Con una ciudad, Maó a la que he dedicado 25 años de mi vida con aciertos y equivocaciones. Siempre intentando buscar el consenso. Me quedo sobre todo con la gente que ha trabajado conmigo; Gari, Quico, Félix, Ernest, Ángels Andreu, Cristina Rita.... Hay que tener en cuenta que llegué al Ayuntamiento con treinta y tantos años.

¿Y del Senado?
Es otra historia. Es una Cámara que necesita cambios grandes. Me quedo con los primeros años en los que la situación económica permitió que gestionara junto a algunos alcaldes proyectos inversores de los que me siento contento. En el último año todo se ha complicado, ha sido difícil encontrar recursos y el ambiente político se ha ido caldeando. Pero también un tema que ha quedado muy tapado, porque políticamente no ha interesado de un tiempo a esta parte, fue lograr el apoyo de todo el Senado para que Menorca sea la sede de la Reserva de la Biosfera Islas. También me quedo con el trabajo realizado en el Grupo Mixto y la amistades hechas.

¿Qué le ha quedado pendiente en la Cámara alta?
Ver la reforma, pero ni los más viejos del lugar.

¿Y se arrepiente de algo en todos estos años?
De pocas cosas. Cuando pienso en las decisiones que tomé, creo que si hubiera tenido entonces las habilidades de ahora posiblemente habría actuado de otra manera, pero esto no es reversible. Si hubiéramos tenido en Maó, por ejemplo, una herramienta como el Plan General que ahora está apunto de aprobarse, algunas cuestiones de los últimos estertores del planeamiento del 87 se hubieran evitado. No sé, mirar por el retrovisor tiene sus pros y sus contras.

Mirando el presente, ¿qué ve ahora en el Ayuntamiento de Maó después de tantos años en manos del PSOE?
Me cuesta hacer un dictamen. Soy respetuoso con quien democráticamente ha sacado muy buen resultado, aunque no ha sido el mejor de la historia porque lo sacamos nosotros en el 1989, donde conseguimos 87 votos más que el actual equipo. Ellos no lo tienen que olvidar. Creo que están deslumbrados y patrimonializan una ciudad que no pertenece al que gobierna. Creo que la experiencia y los "carabassots" te moldean. Nosotros sufrimos esa crisis en 1983 y sacamos 12 votos de diferencia. Todo porque éramos jóvenes y pensábamos que todo se hacía por el ordeno y mando. Esto es complicado. Ahora el termómetro han sido las fiestas. Creo que se han equivocado en muchas cosas, pero también esto se rectifica. Nosotros también nos equivocamos mucho.

Antes ha dicho que estas próximas elecciones serán muy difíciles ¿Cómo ve el futuro inmediato del PSOE?
Lo veo bien, pero vamos a pesar unos años más complicados de lo que pensábamos porque la crisis golpea sobre todo al que gobierna. Lo estamos viendo en Alemania y en Estados Unidos. La gente exige soluciones que a veces no está en manos de quienes gobiernan.

El PSOE de Menorca pretende reformular su proyecto político. ¿En su opinión por dónde debe ir?
Afortunadamente no soy el secretario general. Creo que debe seguir la trayectoria de estos años. Está claro que algunas cosas hay que modificarlas. Se han hecho cosas importantes, pero la economía ha mandado. Soy un claro defensor del territorio preservado, de una agricultura tutelada por unas ideas que el anterior Consell tenía claras y estoy muy de acuerdo con el PTI y el Plan de Comercio ahora anulado. Ahora parece que se destruye por destruir y es un error. Hay cosas aprovechables. Pero se mira a los políticos como si tuvieran todas las soluciones cuando sobre todo están en mano de la ciudadanía. Falta gente para tirar adelante.

¿El PSOE echa la culpa de los malos resultados a la mala situación económica, pero cual es la autocrítica que usted hace?
No es mi papel, ahora soy un militante que, por supuesto seguirá ligado al PSOE y echaré un cabo si buenamente puedo. No soy quien deba hacer autocrítica de las listas o los resultados. En política la dignidad es muy importante. Yo ya estoy out.