Clientes. Unos turistas, ante la carta de uno de los restaurantes del puerto de Ciutadella que aún tiene abierto - Carles Trujillo

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La frase "mucho trabajo y poca caja" de unos de los empresarios restauradores del puerto de Ciutadella resume el balance general de la temporada turística en Baixamar. Según los propietarios consultados, miembros de la Asociación de Bares y Restaurantes, la campaña turística que se cierra ha sido floja coincidiendo con el primer verano en que las líneas comerciales se han trasladado al dique exterior y con la incidencia añadida de la crisis, que ha repercutido en una clientela de menor poder adquisitivo.

"No es como antes, que los clientes pedían caldereta de langosta y los mejores platos de la carta. Ahora se implanta la tendencia a tapear o a consumir unos platos más asequibles al bolsillo", comentaba otro de los empresarios consultados.

Pese a que el traslado de los buques ha posibilitado el incremento de los amarres en tránsito en el Moll de la Trona, la afluencia del turismo de veleros tampoco ha contribuido a multiplicar los ingresos. "El turista de alto poder adquisitivo viene en barcos de grandes esloras o en motoras. Por lo general, el visitante de velero suele almorzar y cenar en el propio barco", comenta. Uno de los restaurantes con más solera en el puerto ha visto disminuida la caja en un 30 por ciento respecto agosto del año pasado.

"Han venido franceses e italianos, ingleses y alemanes, pocos. Y el turista nacional no ha gastado lo que solía, como tampoco los visitantes que llegaban en barco de Mallorca", indica. Sin que aún haya terminado la temporada turística, algunos establecimientos ya han cerrado sus puertas. Algunos lo hicieron antes de final de septiembre, mientras que otros aún aguantan los últimos coletazos de la temporada. Muchos no abrieron sus puertas hasta finales de mayo, por lo que la temporada se ha acortado.

El presidente de la Asociación de Bares y Restaurantes del Puerto de Ciutadella, Emilio Truyol Pons, considera que se hubiera tenido que hacer un esfuerzo para dejar los nuevos pantalanes instalados en este verano. Precisamente, la creación de los nuevos amares, especialmente los destinados a barcos en tránsito de hasta doce metros de eslora, considera que "será muy importante para Ciutadella". Existe la esperanza de que la nueva oferta de amarres contribuya a la recuperación la próxima temporada turística de los establecimientos del puerto que viven del turismo.