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Tras el anuncio de los cambios impositivos realizado la semana pasada, el Ayuntamiento de Maó ha querido precisar las principales novedades introducidas en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles, a fin de clarificar el sentido de los cambios introducidos por el nuevo equipo de gobierno de cara a 2012.

En este sentido, desde el Consistorio mahonés se remarca que el tipo general pasa del 0,73 al 0,68 por ciento del valor catastral, el mayor descenso de los cinco últimos años, en los que la bajada había sido sucesivamente de dos o tres centésimas. Es también el único año en que la media baja un 1,91 por ciento desde la última revisión catastral (2004), salvo el año 2007 en el que se produjo un descenso medio del 0,37 por ciento.

Respecto al tipo de IBI especial por uso, el Impuesto de Bienes Inmuebles de Característica Especial, la media baja al 0,90, si bien cabe introducir precisiones según el tipo de bienes. Así, en lo que se refiere a los solares, 41 parcelas con valor catastral a partir de 336.535,45 euros sí se ven afectados con la aplicación de un tipo del 0,93.

Estos solares representan el 7,06 del padrón total y la repercusión global de estos recibos es de 26.920 euros. En núcleos tradicionales como Sant Climent y Llucmaçanes, ningún solar se ve afectado por este tipo. Se trata de parcelas de gran superficie como el solar de la antigua fábrica de Catisa, el de Cala Llonga con la edificación paralizada o un terreno edificable de gran superficie también en la zona de Malbúger.

En cuanto a las oficinas, únicamente dos edificios calificados con este uso aumentan al tipo del 0.93. En este tramo están incluidos aquellos inmuebles con una valoración catastral mínima de 457.435,28 euros. Significan el 7,04 por ciento del padrón total de este uso urbanístico y la repercusión económica global de este capítulo se cifra en 1.548 euros.

Respecto del uso turístico, sólo seis edificios se verán sujetos al tipo del 0.93, tres menos que en la actualidad. Se trata de aquellos complejos con una valoración catastral a partir de 1.492.304,83 euros, representan el 6,98 por ciento de toda la planta municipal definida con esta calificación, que, en conjunto, genera una repercusión negativa para las arcas municipales de más de 8.000 euros.

En el apartado comercial, el número de establecimientos sujetos al 0,93 es de 79, aquellos con un valor catastral mínimo de 229.461,43. Suponen el 7,02 del total de recibos emitidos bajo este concepto y generan una repercusión económica positiva para el municipio de 15.459 euros.

Finalmente, en relación al uso industrial, de los 1.036 recibos que se emiten para edificios industriales, sólo 73 tributarán al 0.93 por ciento (en 2011 han sido 127), el 7,05 por ciento de edificios de este epígrafe. Se trata de suelo e instalaciones con una valor catastral a partir de 523.926,48 euros, cayendo la recaudación municipal por este concepto en 33.045 euros.