Apuesta. García Gasulla defiende la viabilidad de la sanidad pública - Gemma Andreu

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Guillem García Gasulla (Lleida, 1947) tenía planeado jubilarse del ejercicio de la medicina este año, pero la llamada del PSOE para incorporarse a la lista al Congreso se ha cruzado en su camino. Su relación con la política ha sido intermitente pero constante, y ahora, cuando ese retiro tranquilo se acercaba, se ha embarcado en un proyecto socialista aparentemente desgastado por la crisis, pero cuyos valores, en especial los servicios públicos, García Gasulla defiende con vehemencia.

El hospital pierde un médico y el PSOE gana un candidato. ¿A qué se debe la decisión?
El compromiso con el PSOE lo tengo por trayectoria histórica y, en cuanto a por qué se mete un médico en política, la pregunta que más me hacen estos días, creo que no es algo tan distinto de lo que hacía hasta ahora, velar por el bienestar de las personas. En cuanto a mi ausencia como oncólogo, no va a deteriorar la atención, además, se da la circunstancia personal de que tenía en mente, mucho antes de recibir la invitación del PSOE, una jubilación a los 64 años, que voy a cumplir el mes que viene.

Los ciudadanos, según la última encuesta del CIS, no ven a los políticos como la solución, sino más bien como el problema. ¿Mal momento para ser diputado?
La gente me dice "¿sabes dónde te metes?" en este momento histórico y económico, claro que sí, pero creo que es cuando hay que apostar más fuerte. No hay que pensarlo mucho, o dices que sí de inmediato o te desentiendes para siempre. Por supuesto que hay una crisis de confianza en los políticos, y viene significado por los movimientos sociales que hemos visto en las plazas públicas, en las redes sociales y en los resultados del 22 de mayo. Pues bien, ¿qué hacemos? ¿Rompemos la baraja? En el PSOE me piden que aporte algo distinto y vamos a intentarlo

Se respira un ambiente de derrota anticipada entre los socialistas...
Hay mucha gente que me encuentro por la calle y que, ahora, me para y acaba la conversación diciéndome "suerte", y yo les digo, "id y votad", el resultado de las elecciones será una cuestión de participación y del ejercicio de la responsabilidad ciudadana, no de suerte. Quisiera transmitirlo, porque este es el sentimiento más antiderrota que se puede tener. Además, seguimos creyendo en los valores socialistas, y nos hincharemos a decir que pensamos que hay otra manera de gestionar la economía sin recortes en el modelo de bienestar. Es verdad que la sensación de desencanto después de la derrota del 22 de mayo está, hay que hacer un cierto duelo de eso, pero creo que se está en condiciones de elaborarlo. Vamos a ganar, pero si esto no ocurriera, por lo menos hay que conseguir no dejar margen al PP y poder pactar.

¿Debe entonces el PSOE moverse más hacia la izquierda, para no perder votos?
Yo creo que no. Es cierto que hay un arco parlamentario fraccionado en la izquierda y que el PP se comporta de manera más homogénea. Conseguir unir esas partes de la izquierda puede ser difícil, o no, pero es algo que está sobre la mesa.

¿Qué margen de maniobra cree que tienen los gobiernos, cuando parecen zarandeados por los mercados financieros?
Siempre da la sensación de que hay poderes ocultos más allá de las leyes que promulgamos. Pero yo leería los acuerdos adoptados en Bruselas esta madrugada (por ayer), es un ejemplo de que es posible que los gobiernos dicten lo que tiene que hacer la banca. Los políticos se están dando cuenta, o eso transmiten, de que la situación requiere intervenir la banca, lo cual no quiere decir que la vayan a nacionalizar. Vivimos en un marco legal que nos hemos fijado nosotros mismos, ¿quién nos va a hacer que lo cambiemos?

¿Por qué se insiste desde su partido en que estas elecciones generales son diferentes? ¿Cree que asistimos al final de un sistema?
La caída de Lehman Brothers fue ya el fracaso del sistema capitalista. Hay una palabra que define lo ocurrido, que tomo de un compañero mío, y es la avaricia, el propio sistema ha provocado esta crisis, la avaricia ha roto el saco.

Pero es el sistema que tenemos, el menos malo...
Sí, pero se puede mejorar, interviniendo. Nosotros creemos en el mercado, pero hay que poner límites, hay que poner puertas al campo. El mercado es útil para crear empleo y riqueza, pero debe estar al servicio de nuestra sociedad y de los valores que nosotros queramos, al servicio de las personas. La decisión de Bruselas demuestra que esto se puede hacer

¿Le parece que el Estado de Bienestar es sostenible en el tiempo?
No podemos renunciar a todas nuestras conquistas, el bienestar no es un lujo, y mucho menos cuando hablamos de salud. El Estado de Bienestar será sostenible si queremos que lo sea, si uno quiere una cosa la consigue, no nos podemos permitir perderlo.

En mi especialidad, la oncología, había una elevada mortalidad; ahora ha disminuido y en muchos casos se transforma en una enfermedad crónica. Eso se ha logrado con el gasto en recursos para los pacientes y sus familiares y con la investigación biomédica. Ha sido gracias al Estado del Bienestar.

¿Qué demandas de Menorca le gustaría ver cumplidas desde un escaño en el Congreso?
Un transporte justo, tanto en precios como en frecuencias, y un Régimen Especial para Balears; conseguir que se reconozca que somos insulares, y que eso tiene unas servidumbres. Si en algo tienen que sentarse y hablar los partidos es en el transporte.

Sorprende la incoherencia del PP, que propuso el diálogo antes de las elecciones autonómicas y ahora en el Parlament se desentiende y realiza una propuesta en solitario, porque si en algo hay que sentarse y hablar es en el transporte.

PP y PSOE han gobernado en Madrid y el transporte aéreo es aún una asignatura pendiente...
Creo que este problema está en la epigenética de todos los políticos baleares, todos si llegamos a Madrid iremos con esa reivindicación, no hay más remedio que el pacto, es una demanda de toda la sociedad.

¿Sería un diputado rebelde para defender un tema vital como este para Menorca?
(Silencio) No lo sé, no lo sé, lo que sí puedo decirle es que a lo mejor es una cuestión de conciencia que tendría que plantearse, para nosotros o...para los otros también.