autobús. Utilizar el transporte público será más caro para poder sufragar el déficit que genera el servicio - Archivo

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Los abonos de transporte público terrestre T-40 y T-10 se encarecerán un 50 y un 40 por ciento respectivamente a partir del miércoles. Así se lo hicieron saber responsables de la Conselleria de Movilidad a una representación de un grupo de usuarios del autobús, sobre todo de la conexión entre Maó y Ciutadella, que se ha formado para reivindicar una óptimas condiciones en este servicio. Además, Movilidad aplicará el incremento del IPC de este año al abono para estudiantes T-21.

El billete sencillo se mantiene. así como las tarjetas sociales T-Gran y T-Mes

Otra de las medidas previstas, en este caso a partir del día 1, para reducir costes es el replanteamiento de los enlaces entre Maó y Ciutadella. Según explican personas que estuvieron en la reunión, se suprime la línea exprés, de conexión directa entre las dos grandes ciudades de la Isla, al tiempo que la Conselleria de Movilidad se compromete a reforzar las horas punta del servicio ordinario con un mayor número de autobuses y establecer un nuevo planning de frecuencias, prescindiendo de aquellas que se realizaban en horarios menos concurridos.

Las medidas pretenden reducir el desfase que, según el equipo de gobierno del Consell, existe entre lo que cuesta el actual sistema insular de transporte público por carretera, unos 2,9 millones de euros al año, y el dinero disponible, que alcanza los 600.000 euros.

La tarjeta T-10 ofrece la posibilidad de realizar diez desplazamientos en un plazo de cien días a partir del primero. En estos momentos cuesta 7,80, 14,40 o 23,40 euros en función de la zona en que se emplee. En este último caso, por ejemplo, el abono pasará a costar sobre los 32,50 euros.

La tarjeta T-40 es la más ventajosa para aquellas personas que son usuarias a diario del servicio público de transporte por carretera. Ofrece la posibilidad de realizar cuarenta desplazamientos en cuarenta días, con precios que van desde los 21 a los 62,40 euros, en función de las zonas en que se utilice. El precio máximo, el que corresponde al Maó-Ciutadella, pasará a costar unos 93 euros.

Según los afectados que acudieron al encuentro celebrado el pasado jueves, la Conselleria de Movilidad argumenta que el aumento no es realmente del 50 o el 40 por ciento, puesto que parte de este porcentaje corresponde a una aplicación de un IPC que no se había realizado desde 2008, como sí ha venido ocurriendo con el billete sencillo. Esta circunstancia había provocado que el porcentaje de ahorro que suponía la utilización de estar tarjetas se hubieran incrementado en los últimos tres años.

La Conselleria de Movilidad lleva meses estudiando cómo optimizar el rendimiento del dinero que se destina a transporte público por carretera para corregir lo que, a su entender, un déficit excesivo. De momento se han acometido acciones como la eliminación de la frecuencia del viernes del "Bus Nit" o un replanteamiento del servicio que se pone en marcha cuando el Menorca Bàsquet juega en casa.

El Consell emitió ayer un comunicado en el que, sin anunciar ninguna de estas medidas en los abonos y la línea Maó-Ciutadella, asegura que "mantiene el transporte público regular, lo redimensiona y lucha porque el mismo sea sostenible en el tiempo". Además desmiente a los consellers del PSOE, que el viernes aseguraron que sí existe una partida suficiente, de 2,1 millones de euros, para sufragar el actual coste del servicio.

El equipo de gobierno del PP asegura que la partida comprometida por el Govern de 1,5 millones de euros solo corresponde a 2009, como se puede comprobar en un convenio entre ambas partes, pero que este dinero no está comprometido para los años 2010 y 2011.