TW
0

El Ministerio Fiscal solicitó ayer seis años de prisión y una multa de mil euros para M. O., de 32 años, de nacionalidad marroquí como autor de un delito de abuso sexual a un menor de edad.

La representante fiscal, Nuria López, rebajó, no obstante, la calificación del delito al constatar durante la vista las numerosas contradicciones en que incurrió tanto el denunciante -víctima de los abusos- como los testigos aportados por éste; su padrastro y un amigo.

"Sus declaraciones no han sido coherentes y existen dudas", dijo, y añadió que la denuncia por abusos sexuales se interpuso tres días después de los hechos denunciados y tras una pelea en el campo de fútbol del Menorca en el que se vieron implicados el acusado y el padrastro de la víctima.

Por su parte, el abogado de la defensa, Carlos Salgado, solicitó la libre absolución de su representado por la "clamorosa falta de credibilidad y verosimilitud" de los hechos denunciados. Afirmó que respondían a "una venganza" por una expulsión de un campo de fútbol ocurrida días antes, dado que el acusado es árbitro. El letrado llegó a solicitar al tribunal la imputación de un delito de falso testimonio para los testigos aportados por el denunciante y para este mismo.

Los presuntos abusos sexuales tuvieron lugar el 8 de julio de 2010. Según declaró la víctima, tras pasar la noche en varias discotecas junto a su padrastro y varios amigos, el acusado se ofreció a acompañarle a su casa dado el estado de embriaguez en que se encontraba. Afirmó que M. O. se quedó a pasar la noche en una de las camas de la misma habitación y que cuando estaba dormido, el acusado aprovechó para realizarle una felación.

"Me desperté y lo encontré ahí, grité y le tiré un cuadro. Él estaba desnudo y salió corriendo por la parte de atrás", relató.

Tanto la víctima como el padrastro declararon de forma contradictoria a la hora de explicar por qué interpusieron la denuncia por abusos sexuales tres días más tarde. Mientras uno explicó que pretendían arreglarlo por su cuenta, el adulto lo negó, todo ello a pesar de que el padrastro intentó agredir con un arma blanca al acusado en el campo del Menorca donde éste arbitraba un partido horas antes de interponer la denuncia.

El acusado negó que pasara la noche en la casa de la victima, incluso que hubiera estado de copas, insistió que no salió esa noche y los testigos aportados por la defensa lo corroboraron.

"Prefiero morir antes de escuchar que estuve con un tío", dijo el acusado.