TW
0

El Ayuntamiento de Maó quiere habilitar el próximo verano un aparcamiento provisional en la parcela de 7.000 metros cuadrados que CLH dejará libre en la zona de Cala Figuera, una vez la compañía de hidrocarburos desmantele las viejas instalaciones de almacenamiento de combustible y mientras se termina de definir el plan de usos del puerto.

La alcaldesa Águeda Reynés anunció ayer esta propuesta municipal coincidiendo con el inicio de los trabajos de desguace de la planta, en presencia del director general de Recursos de CLH, Basilio Navarro, y el presidente del Consell, Santiago Tadeo, para quien el plan de usos deberá ser definido de forma conjunta entre el Ayuntamiento de Maó, el Consell y Autoridad Portuaria de Balears (APB).

"Queremos que Maó ya se beneficie de este espacio de cara al verano utilizando este espacio como un parking", remarcó la alcaldesa. Al respecto, el responsable de CLH no se comprometió a poner fecha a la posible cesión temporal. Basilio Navarro apoyó su argumentación en la complejidad de los trabajos de descontaminación del suelo sobre el que se asienta la planta y cuyos trabajos comenzarán en febrero, una vez finalizado el desmantelamiento. "Tenemos experiencia en otras instalaciones y este trabajo se ha prolongado a veces hasta un año", dijo, aunque se mostró confiado en que esta fase de saneamiento sea más corta en el caso de Cala Figuera. "La instalación es reciente y no han existido episodios de contaminación, pero es difícil precisar si estará disponible para el verano de 2012", añadió.

Momentos antes, una maquina provista de una cizalla para el desguace desmanteló en cuestión de minutos las tuberías y techumbre del antiguo cargadero de camiones. CLH había completado meses antes el proceso de vaciado y limpieza de los tanques de gasoil, gasolina y queroseno, así como de las canalizaciones tras la entrada en funcionamiento en 2009 de los nuevos depósitos de la compañía ubicados junto al Aeropuerto. Esta fase sí pudo finalizarse en los plazos previstos, sin embargo, el inicio del desmantelamiento de la vieja planta se ha demorado casi un año como consecuencia de la farragosa tramitación de los permisos burocráticos. "Desguazar es tan complicado como construir. Tiene que opinar la oficina de Cambio Climático, Recursos Hídricos, Cultura e Industria y todo ello condiciona el proceso", comentó el director general de Recursos de la compañía de hidrocarburos.

Los trabajos de desguace iniciados ayer se prolongarán aproximadamente hasta finales de enero. En febrero, una vez eliminadas las estructuras metálicas y las edificaciones anexas, CLH realizará alrededor de medio centenar de sondeos en el terreno para conocer si el subsuelo sufre algún tipo de contaminación. Entre tanto, se habrán desguazado algo más de 350 toneladas de chatarra que será recogida por una empresa de la Isla para su posterior reciclaje.

El pasado de la instalación

La antigua instalación de almacenamiento de CLH en Cala Figuera, ubicada en una parcela de 7.000 metros cuadrados, entró en funcionamiento en el año 1956 con el fin de abastecer el consumo de hidrocarburos de la Isla y su desarrollo industrial.

Debido la escasez de espacio físico y la limitada capacidad de sus tanques, CLH inauguró en 2009 una nueva instalación situada en la carretera del Aeropuerto que supuso una inversión de 22 millones de euros. Fue necesario construir un poliducto de 5,3 kilómetros de longitud desde la estación de bombeo del puerto hasta los actuales depósitos.

Las nuevas instalaciones duplican la capacidad de almacenaje de derivados del petróleo en Menorca, al pasar de los 6.000 metros cúbicos que acogían los tanques de Cala Figuera a los 28.920 del nuevo complejo de CLH. La reserva de los nuevos depósitos equivale a tres meses de consumo en la Isla.

El traslado redujo, además, el número de descargas de petroleros al pasar de 52 anuales a poco más de una docena, además eliminó el trasiego de 11.000 camiones cargados de combustible que circulaban por el puerto de Maó.

El futuro del nuevo muelle

Con el desmantelamiento de los depósitos de Cala Figuera, Maó ganará un nuevo espacio de 7.000 metros cuadrados para el que el Plan General de Ordenación Urbana ya contempla un uso social de equipamientos vinculado al puerto y a la ciudad.

No obstante, el proyecto definitivo que perfilará el plan de usos aún está por perfilar. Una cuestión que intranquiliza a los vecinos de la zona, quienes hace poco más de un año vieron peligrar sus casas tras la decisión de APB de iniciar varios expedientes de expropiación. La intensa protesta de los afectados y la intervención de las autoridades menorquinas, hicieron desistir a la Autoridad Portuaria de su propósito inicial.

El nuevo presidente de APB, José María Urrutia, afirmó recientemente que el plan director del puerto está en proceso de elaboración y que antes de iniciar su tramitación legal será discutido con el Ayuntamiento de Maó y el Consell. Sobre la mesa se manejan varios proyectos, como la construcción de un puerto deportivo para grandes yates. Los 690 metros lineales del muelle de Cala Figuera, con un calado de 6,5 metros juegan a su favor. El Club Marítimo se ha mostrado muy interesado en esta concesión.

También se habla del desarrollo de una marina seca para embarcaciones de recreo. Igualmente, podría recuperarse el viejo proyecto de construir un gran paseo marítimo que una Maó y Es Castell, con zonas de ocio, comercios y restaurantes, y con un aparcamiento en terrenos de la Sínia des Muret.

Las opciones son varias y dada la estratégica situación de la Cala dentro del puerto, a buen seguro no le faltarán pretendientes.