Premio. Celebró la gala de su 36 edición el pasado sábado en Ciutadella - Paco Sturla

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El discurso del pasado sábado de la presidenta del Cercle Artístic, Maria Josep Rebassa, en el que pedía apoyo para mantener el Premi Born de Teatre, ha puesto la voz de alarma sobre la continuidad del galardón. La veterana entidad cultural, con 130 años de historia a sus espaldas, se enfrenta al mismo problema que la mayoría de asociaciones culturales: el recorte parcial en las ayudas y subvenciones, o en algunos casos la supresión de las mismas.

Rebassa confiesa que la edición de 2011 se ha salvado "con una economía saneada", pero a costa de muchos esfuerzos y sacrificios por parte de la junta directiva. Al parecer este año no se ha realizado la presentación de las bases fuera de la Isla y se ha traído la gala a Ciutadella por una cuestión económica.

Sin embargo, el problema sigue estando sobre la mesa, ya que aproximadamente el 50 por ciento de la partida destinada al premio que se había de ingresar por parte de las administraciones y colaboradores, algo más de 20.000 euros, aún no se ha cobrado. El retraso en los pagos es algo a lo que las entidades están en cierto modo acostumbradas, pero no tanto a la incertidumbre económica de los tiempos que corren. Confiesa la presidenta del Cercle Artístic que el principal problema en la actualidad "es la inseguridad" de no saber con qué ayudas se contará para 2012.

También se le adeudan algunas cantidades correspondientes a 2010, como los 5.500 euros que estaba previsto recibir por parte del Institut de Estudis Baleàrics. Por su parte, el Govern balear ha ido reduciendo sus aportaciones hasta no conceder ayudas para 2011. De los 5.000 euros que solía aportar, en 2010 se acordó rebajar la cifra a 3.000 con el compromiso de entregar un número determinado de ejemplares de la obra ganadora, una cantidad que tampoco se ha recibido aún.

Nuevas fórmulas

En previsión de que en el futuro próximo la fórmula utilizada de patrocinio y subvención quede caduca, en el Cercle Artístic se están poniendo sobre la mesa diferentes opciones para que el prestigioso galardón pueda continuar. No obstante, Rebassa, quien confiesas que "la apuesta de la junta directiva por que continúe es decidida", no se aventura a adelantar qué soluciones están estudiando. Preguntada sobre la posibilidad de que el premio sea bianual, como ya sucedió entre 1975 y 1987, Rebassa prefirió responder que lo primero que tienen que hacer es "analizar el resultado de la última edición".

Lo que sí parece es que el año próximo habrá novedades. En la presentación el pasado viernes en Ciutadella de la publicación de la obra "El temps" en cuatro lenguas, uno de los editores, Carlos Gil, director de la publicación "Artez Bla", ya hizo saltar la alarma al comentar que "pese a la prima de riesgo y la crisis" esperaba que se pudiera mantener el modelo de traducir la obra ganadora a cuatro lenguas, algo que dada la economía actual considera "muy difícil".

Al respecto, Rebassa reconoce que las editoriales también pasan por momentos difíciles, y que en el caso de "Primer acto", revista que desde hace años publica la obra ganadora, ya este año ha tenido que reducir el número de ejemplares.