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Autoficha. Nos llamamos Dani Márquez Piris y Abeer Elsherif, tenemos 33 años, vivimos en Maó, estamos casados y tenemos un hijo de dos años, Omar. Nos conocimos en Alejandría (Egipto), pero, tal como está la situación en el país, decidimos venir a vivir a Menorca en 2010. Nos gusta la lectura, ir a caminar y el cine.

¿Cómo se conocieron?
Dani: En 2003, me fui a Egipto en plan mochila. Resultó que me dieron una beca para mis estudios de Psicología y empecé a trabajar en la Biblioteca de Alejandría como investigador. Tuve la suerte de entrar a trabajar en el Instituto Cervantes dando clases de español para extranjeros. Abeer estudiaba español en el centro y salíamos con el mismo grupo de amigos. Fue como nos conocimos en 2007.

¿Cómo era la vida en Alejandría?
Abber: Hasta casarnos, bien. El tema es que allí los jóvenes no pueden vivir juntos sin casarse y, debido al régimen existente, cuando necesitas formalizar tu situación te exigen un montón de trámites burocráticos que incluyen sobornos y dinero. Además, al ser Dani español, parecía como que querían aprovecharse de alguna manera y poner las cosas más difíciles. También el ocio en pareja es diferente y hay mucho tráfico. Se convierte en un lugar inseguro para criar a un niño. Fue a raíz de un accidente en el que nos atropellaron cuando nos planteamos dejar los trabajos y vivir en otro lugar. Una pena, porque, a pesar de la situación actual, allí la gente es amable y abierta, y hay cosas buenas. Alejandría fue, en los 50, la ciudad más moderna del Mediterráneo, pero se está cerrando de nuevo. Al final, Dani consiguió empleo en Sarajevo pero yo no pude obtener mi visado, así que decidimos venir a Menorca.

Y, ¿qué tal ha ido el cambio?
Abeer: Ya había estado y me gusta. Lo que echo de menos es la tradición que hay en Egipto, donde los lazos familiares son más fuertes, es otra cultura. Pero en Menorca veo un buen lugar para Omar y estamos a gusto.

Ayer realizaron un acto de solidaridad con el pueblo egipcio. ¿Qué piden exactamente?
La población egipcia ya no puede más. La Junta Militar tiene el gobierno en sus manos, poseen el dinero y la autoridad para torturar a quien ellos quieran. No hay libertad de expresión. Queremos un presidente ya y quieren celebrar elecciones en 2013 pero es el pueblo quien paga el sistema del Ejército mientras sucede esa transición a la democracia. Aquí en Menorca solo viven dos egipcios pero se están movilizando en diferentes puntos para pedir apoyo y comprensión. No podemos esperar más, hay gente muriendo por ganar libertades.

¿Les gustaría quedarse en Menorca en un futuro?
Depende del trabajo. También pensamos en Omar, que está empezando una vida aquí, con su familia menorquina. Volver a Egipto actualmente no es seguro.