Recepción. Francisco Riva exhorta a los militares a no perder la unidad y a servir y cooperar con los españoles - Javier

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El coronel Francisco Riva Mayor hizo ayer un llamamiento a la unidad de los ejércitos para servir y cooperar con los españoles en momentos difíciles como los actuales porque es ahora, dijo, cuando España necesita más que nunca "el esfuerzo común" y la colaboración de todos. El coronel Riva realizó estas declaraciones con motivo de la conmemoración de los patronos del Ejército de Tierra en el acuartelamiento de la Base de San Isidro. El acto contó con la presencia de las principales autoridades civiles y militares de la Isla. Destacó la presencia del presidente del Consell, Santiago Tadeo, el conseller de Movilidad y Proyectos, Luís Alejandre, y una nutrida representación de los alcaldes de la Isla. Entre el público también se dieron cita militares en activo, en la reserva y retirados con sus respectivas familias.

Tras la Eucaristía, en su breve discurso, el comandante Francisco Riva destacó la presencia de tropas españolas en más de 50 operaciones internacionales repartidas por cuatro continentes; como unidades de interposición entre fuerzas combatientes, como observadores y en misiones de ayuda humanitaria y de paz. Afganistán, Senegal y el Líbano son algunos de los países citados ayer por el comandante en su alocución.

Francisco Riva remarcó que este despliegue de tropas españolas por todo el mundo, no sólo demuestra su disponibilidad y capacidad, sino que refuerza su autoestima y eleva la imagen de España, así como el reconocimiento de los españoles. "Las fuerzas armadas es la institución más valorada por los españoles", enfatizó con orgullo. El militar recordó asimismo que la Inmaculada fue proclamada en 1585 patrona de los Tercios españoles, la actual Infantería Española, "ejemplo en el combate", como el que demostró el sargento primero Joaquín Moya, fallecido recientemente en un ataque talibán en Afganistán.

El acto incluyó la imposición de la medalla a Mérito Militar con Distintivo Blanco al cabo primero Manuel Pereira Martínez. La recepción finalizó con el recuerdo a los militares fallecidos en cumplimiento del deber, con los tradicionales brindis por el Rey y por España, y con un aperitivo que Alejandre autorizó iniciar con la oportuna orden de "al ataque".