El GOB presentó ayer en el Centro de Convenciones de Es Mercadal la campaña "Un paisatge que alimenta", una iniciativa que tiene como objetivo promocionar los productos de custodia agraria y, con ello, conseguir que el trabajo en las fincas sea viable.
Tal como explicó Miquel Camps, representante de la agrupación, el GOB lleva a cabo una estrategia conservacionista ambiental que consiste en acuerdos voluntarios con los propietarios de los predios, por los que se pacta la gestión agraria con el fin de que ésta sea responsable y respetuosa con el paisaje y la biodiversidad. "Es una ayuda mutua. Nosotros nos ocupamos de la dinámica del voluntariado, de difundir y promocionar los productos para que la población vea que, tras ellos, hay mucho más que un simple alimento, es el compromiso de los agricultores y ganaderos", comenta Camps, quien añade que este mismo proyecto se está llevando a cabo en la comarca de L'Alt Empordà, región con la que se comparten experiencias similares.
En el acto de presentación de la campaña se mostraron los diferentes elementos promocionales, desde reportajes fotográficos, un vídeo explicativo, un spot publicitario, una exposición y material divulgativo.
"Vemos que la gente no conoce el valor de lo que supone una finca responsable. Lo que también pretendemos es el comercio directo y por internet, o en ferias y mercados. Ahora contamos con cerca de treinta explotaciones en el proyecto y están satisfechos con el esfuerzo realizado. La manera de que el campo menorquín sea viable es distinguir el producto por el compromiso ambiental. El GOB es el altavoz que ayuda a que se sepa de esta alternativa", apunta Camps.
El evento, que fue presentado por Conxa Juanola y en el que participó el naturalista Luis Miguel Domínguez, contó con la presencia de los payeses y propietarios de las fincas con acuerdos de custodia, además de todos los niños protagonistas de los reportajes fotográficos de la campaña, que recibieron un obsequio.
El acto continuó con una explicación de la exposición en la que numerosos paneles profundizan en los factores por los que es tan importante el consumo de productos procedentes de explotaciones responsables. Por un lado, el mantenimiento de la identidad mediterránea, ya que si se intensifica en exceso la actividad, se pierde la estructura territorial característica de la Isla. Por otro lado, la importancia de llevar a cabo una actividad económica sostenible así como la protección de la biodiversidad.
También se hace hincapié en la cultura del campo, como algo que tiempos atrás se ha hecho en estas tierras; la apuesta por los productos de calidad y el atractivo turístico y de ocio que esta actividad puede conllevar.
Para finalizar, los asistentes pudieron disfrutar de un picoteo de productos de custodia agraria. Vinos, zumo de manzana, pan, quesos, sobrasada, pastas y demás exquisiteces que encantaron a todos los participantes.
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