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Los siete empleados de Caritas que trabajan en los pisos de acogida de la entidad perderán su actual puesto de trabajo una vez que los ayuntamientos de Maó y Ciutadella se hagan cargo de la gestión de este servicio social el próximo 1 de enero. A pesar de que en un principio la entidad diocesana había puesto como condición del traspaso que estos empleados puedan seguir prestando su servicios en las mismas condiciones, ambos ayuntamientos han decidido cubrir estos puestos de trabajo con personal municipal propio, para ahorrar gastos.

La Ley de Servicios Sociales de Balears de 2009 establece que en los municipios de más de 20.000 habitantes (como Maó y Ciutadella) los ayuntamientos tienen la responsabilidad de ofrecer un alojamiento temporal a las personas sin hogar, a transeúntes. No obstante, desde hace años, este servicio es prestado por Caritas gracias a un convenio de colaboración firmado con ambos consistorios. De hecho, las casas de acogida son propiedad del Obispado.

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