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La situación de riesgo que vivió la tripulación del 'Nura Nova' el viernes por la noche cuando permanecía amarrado en el puerto de Son Blanc no ha sido un sorpresa.Los informes de Capitanía Marítima de Balears de 2006 y 2008 ya advertían de la falta de seguridad que se desprendía del proyecto del dique. El gerente de Iscomar, José Ignacio Seguí, insiste en que el Govern debe exigir responsabilidades a las empresas Berenguer Ingenieros y Europrincipia que diseñaron el puerto. Por otra parte, las decisiones posteriores que ha adoptado el Govern, como la supresión de la escollera que debía amortiguar la "tiranya", no han ayudado a resolver los problemas, sino que los han incrementado.

José Ignacio Seguí manifestó ayer que la situación más grave "no es que el puerto se cierre por el mal tiempo, sino que cuando los barcos están en el interior amarrados no es seguro". Opina que es alarmante que un puerto nuevo, con la gran inversión que se ha realizado, no reúna las condiciones mínimas de seguridad.

El 'Nura Nova' tuvo que amarrar el viernes en el muelle más interior porque en el otro existe un desnivel que le dificulta el embarque. Por eso han pedido que se rebaje ese nivel para que sea posible operar en esa zona, que está algo más abrigada que el muelle de la costa. El gerente de la naviera discrepa de que con más personal puedan resolverse los graves inconvenientes en materia de seguridad de las operaciones, una idea que ha expresado Ports en los últimos días.

La escollera que debía construirse en la prolongación del muelle interior por el perfil de la costa se eliminó del proyecto cuando Ferrovial reclamaba un incremento del presupuesto, lo que al final consiguió con un 19 por ciento sobre el coste inicial de 50 millones. Después. al no existir la expectativa de la escollera y comprobar los problemas de agitación en el interior del puerto de Son Blanc, el Govern encargó a la misma empresa la construcción de dos nuevos cajones para prolongar el dique de abrigo, lo que incrementó la inversión pública en otros siete millones de euros.

El 15 de mayo pasado se inauguró el puerto de Son Blanc. El 1 de junio, con el primer temporal de tramontana ya se produjeron las quejas de las navieras por las dificultades de acceder al puerto y maniobrar con la agitación provocada por la "tiranya". Durante el invierno, por el número estadístico de temporales, es probable que al menos en 10 ocasiones no se pueda acceder al puerto de Son Blanc y los barcos se sigan desviando a Maó.