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Autoficha
Me llamo Heiko Speisekorn, soy pintor y nací en Bremen, Alemania, en 1951. Vivo en Ciutadella junto a mi pareja y tengo dos hijas. Cuando tengo tiempo libre me encanta trabajar con plantas en el huerto. También me gustan los animales y lo que tenga que ver con la naturaleza. Tengo una casa en el campo, ya que nunca me han gustado demasiado las ciudades.

Ha vivido en Menorca a lo largo de diferentes temporadas. ¿Qué le trajo a la Isla por primera vez?
Vine en 1973. Por aquel entonces vivía en San Sebastián y tenía ganas de mudarme. Ya conocía el resto de islas en Balears pero de Menorca me habían dicho que llovía mucho y que soplaba la tramontana durante días y días. Aún así, vine para acá y resultó ser un sitio de cuento para mí. Todo verde, con flores, barrancos, agua... Me encontré con una isla muy variada y acogedora, a pesar de su dureza durante el invierno. En 1990 volví a Alemania y estuve unos diez años para después volver de nuevo a Menorca e instalarme en Alaior durante nueve años. Posteriormente, nos mudamos a Cádiz y permanecimos allí dos años hasta que, en 2011, volví y me instalé en Ciutadella.

Dice que fue en Menorca donde surgió su afición por la pintura.
Sí. Ya había probado algo en Alemania y en Formentera pero no me convencía. Llegué aquí y sentí la necesidad de expresarme. También tocaba la guitarra pero vi mis limitaciones y decidí dedicarme a una sola cosa. Conocí a un amigo que trabajaba la escultura y me animé a pintar. Nos unimos varios e hicimos una exposición pero al final, circunstancias de la vida, nos separamos y yo me fui a Alemania durante muchos años.

¿Cómo definiría su estilo?
Soy autodidacta. He experimentado y probado con diferentes estilos. Mis primeras exposiciones eran muy confusas y parecía que participaban varios pintores. Lo mío es el óleo y es complicado encontrar a gente que se dedique únicamente a esta técnica. Me fascina por los colores que se consiguen y la trascendencia de la luz. Nunca he ido a clases y he ido evolucionando hasta conseguir un estilo muy personal. Desde hace varios años me dedico a pintar cuadros que animan a relajarse. Creo que es algo que está bien en estos tiempos en los que es fácil estar tenso.

¿Alguna exposición a la vista?
Actualmente participo en una colectiva de la galería Vidrart y también tengo una exposición permanente en mi casa, donde me gusta recibir a la gente y explicar el proceso y lo que significa cada cuadro. Creo que el arte no es solo vender una pieza sino comunicar. Con este trabajo creces gracias a la creatividad. De cara al futuro, espero exponer también en Alemania, donde tengo algunos contactos. También hay que dar el salto.