Fachada. Fue la imagen que planeó a nivel nacional por escándalos judiciales aún pendientes - Gemma Andreu

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La Entidad Pública Empresarial Local Ciutadella Turisme (CITUR) habrá sido un ente de muy corta vida pero con consecuencias a más largo plazo. El organismo constituido en marzo de 2007 con el objetivo de intentar aunar los esfuerzos de la administración y del sector privada en materia turística habrá quedado en eso, en un intento. Mientras, quedarán sus secuelas hasta que sigan en los juzgados las pesquisas del Caso Xoriguer.

El alcalde de Ciutadella, José María de Sintas, avanzó ayer que el Ayuntamiento convocará, entre enero y febrero, la última reunión del consejo de administración de CITUR, del que forman parte las patronales PIME, CAEB y ASHOME, así como representantes del Consell, del Govern y del propio Consistorio, sesión en la que se comunicará la disolución. El motivo que esgrime el primer edil es que "no puede ser que el único que aporte fondos sea el Ayuntamiento", recordando que el ente se creó precisamente para aunar esfuerzos. De Sintas recuerda, además, que el anterior equipo de gobierno formado por PSOE y PSM ya advirtió de la necesidad de que los empresarios arrimaran el hombro.

El máximo responsable del equipo de gobierno señaló además, que la decisión es firme, aún más cuando tiene conocimiento de que este tipo de entidades no son eficaces. Un ejemplo, el de Alcúdia. Y el problema suele ser parecido. El ayuntamiento pone el dinero, el empresariado lo gestiona. "Y eso no puede ser", dice De Sintas.

El alcalde explicó que la aún sede de CITUR cumplirá la función de concejalía de Turismo.