Pantalanes. Finalmente, parece que el uso de las nuevas instalaciones está resuelto - Archivo

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El director general de Puertos del Govern balear, Antonio Deudero, se desplazó ayer hasta Ciutadella para cerrar un acuerdo con las entidades relacionadas con el puerto interior y el Ayuntamiento para aprobar de una vez la reordenación de la rada, una reunión pospuesta hasta en dos ocasiones en las últimas reuniones de Ports de les Illes Balears. Tras el encuentro, finalmente se selló un acuerdo cuya principal novedad es que el Club Nàutic será el encargado de gestionar todos los amarres de tránsito del puerto.

Así, tras la reordenación se habilitarán una decena de nuevos amarres para embarcaciones que estén de paso en Ciutadella. Inicialmente, estas instalaciones debían ubicarse en uno de los nuevos pantalanes de nueva creación, pero finalmente se ha optado por ubicarlos frente a la zona de restaurantes, donde actualmente se colocan las golondrinas. De este modo, estos amarres se ubican más cerca de los que ya gestiona la entidad ciutadellenca.

"Es lógico que los gestionemos nosotros, puesto que ya tenemos la estructura, y no es conveniente duplicar servicios", explica el presidente del Club Nàutic, Bartolomé Carrasco. En principio, se establecerá una concesión a la entidad durante los próximos tres años, lo que implicará un incremento del canon que anualmente abona el Nàutic a Ports de les Illes Balears.

De todos modos, cabe destacar que algunos de los asistentes al encuentro matizan el acuerdo con el Nàutic, y apuntan que se trata solamente de una posibilidad, pero que aún hay que estudiarla a fondo. No obstante, son mayoritarias las fuentes que explican que el acuerdo está cerrado.

La ubicación de los amarres de tránsito en la ribera sur del puerto obliga a trasladar las golondrinas hasta el pantalán fijo que se ha construido en el antiguo muelle comercial. Este hecho implicará, indirectamente, una reducción de las esloras máximas permitidas en los atraques de tránsito frente a los restaurantes. Existen unas normas que obligan a establecer una anchura mínima en los pasos de las embarcaciones. Esto obligará a que algunos de los barcos que amarren frente a los restaurantes no puedan exceder los diez metros de eslora, cuando si éstos amarraban en el pantalán fijo que ahora utilizarán las golondrinas podían alcanzar todos los 12 metros de eslora.

Más allá de esta novedad, la intención de Ports de les Illes Balears, según expresó en el encuentro de ayer, es priorizar los amarres de base, es decir, aquellas personas que quieren tener su embarcación amarrada todo el año en el puerto de Ciutadella y alguno de los cuales llevan años esperando apuntados en la lista de espera pública.

Así, una vez que el ente portuario cumple con la obligación de destinar un número mínimo de amarres para los tránsitos (como marca la normativa en las nuevas instalaciones portuarias), la intención de Ports es hacer correr la lista de espera y empezar a adjudicar los amarres una vez que el consejo de administración del ente apruebe, seguramente la próxima semana, la propuesta de reordenación. En principio, Ports no descarta que para Semana Santa el tema esté totalmente resuelto.