Si el Consell no ejecuta este año las obras de ampliación de la primera fase del vertedero de Milà, perderá las ayudas que Europa ha destinado a Menorca para la gestión de residuos domésticos e industriales; alrededor de dos millones de euros.
El conseller de Economía y Medio Ambiente, Fernando Villalonga, explicó ayer al respecto que la institución insular está a la espera de conocer las propuestas de las diferentes empresas concurrentes al concurso abierto por el Consorcio de Residuos Urbanos y Energía de Menorca.
Milà II está saturado. Los residuos depositados en los últimos 15 años han generado una colina de unos 25 metros de altura que equivalen a un edificio de nueve plantas.
La vida útil del vertedero se fijó hasta 2006, y aunque la eficiente gestión de la planta de tratamiento de residuos ha permitido alargar sus días de servicio hasta la actualidad, las seis hectáreas que ocupa hoy día están repletas de inmundicia.
Milà se ampliará en otras nueve hectáreas más y pasará a tener 15 en total. El Consell era propietario de la mayor parte del suelo a ocupar, si bien en 2009 compró 75.501 metros cuadrados más por valor de 454.198 euros. Así, Milà III tendrá una vida útil aproximada de 22 años y se dividirá en cinco partes diferentes.
"La vida útil dependerá del volumen de reciclaje; a mayor reciclaje, mayor vida útil, también hay proyectos interesantes de biomasa que podrían permitir alargar la vida de la primera fase", reflexionó el conseller.
Una balsa para lixiviados
De momento, la primera fase de las obras, (que ocupará cuatro de las nueve hectáreas de la ampliación) deberá estar ejecutada antes de que finalice el año. Los trabajos incluyen además de la obligatoria impermeabilización del terreno, la construcción de una balsa para la recogida de lixiviados (los líquidos que genera el vertedero) de toda la futura ampliación. La vida útil de esta primera fase será de cuatro años. El resto de fases carece hoy por hoy de financiación.
La Isla recicla el 20 por ciento de la basura que produce
Menorca recicla el 20 por ciento del total de la basura que genera, un porcentaje ligeramente superior a la media nacional, pero lejos del objetivo del 50 por ciento que marca la nueva ley de residuos para el año 2020, según explicó ayer el conseller de Economía, Medio Ambiente y Caza, Fernando Villalonga, durante el acto de presentación de la campaña de reciclaje que llevará a cabo este año el Consorcio de Residuos Urbanos y Energía de Menorca, en colaboración con Ecoembes y Ecovidrio.
La campaña, con un presupuesto de 30.289 euros, arranca hoy y se prolongará a lo largo de un mes. Bajo el lema 'Modernitza't, recicla!", se desarrollarán diferentes actividades para concienciar a la ciudadanía de la importancia del reciclaje, habida cuenta del agotamiento progresivo de la vida útil de los vertederos.
El conseller también incidió en la necesidad de potenciar el reciclaje en origen, en cada uno de los hogares y empresas, ya que sólo el 1 por ciento de la basura sin seleccionar que llega a Milà puede ser reciclada.
La campaña contempla 14 inserciones publicitarias en prensa y colocación de vallas publicitarias en los diferentes municipios. Las actuaciones en la calle programadas dentro de la campaña se concentrarán en la Gran Fiesta del Reciclaje que se celebrará el próximo día 1 de marzo, a partir de las 10 horas, en Ferreries, el municipio de la Isla que más recicla, conjuntamente con Es Migjorn.
También se han editado 1.000 carteles promocionales, 20.000 hojas informativas, 1.050 chapas corporativas y un display con la imagen de la campaña.
El concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Sant Lluís, Pedro Tudurí, avanzó que el próximo 23 de abril, coincidiendo con el 'Día del libro', esta localidad celebrará un acto para explicar qué y cómo se puede reciclar con el objetivo de concienciar a la ciudadanía de la necesidad de preservar la naturaleza con pequeños gestos.
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