Tur. El exalcalde de Maó esboza las líneas que van a marcar su mandato al frente del partido - Cris

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Tras recoger algunas de las sillas que ocupaban minutos antes los delegados en el congreso del PSOE de Menorca, Vicenç Tur Martí (1978) se sienta en una de ellas para charlar durante unos minutos. Se le ve cansado, pero también satisfecho, ilusionado y convencido. Él será el encargado de dirigir el partido en la Isla, y el tiempo dirá si su promesa de cambio y renovación se cumple. Durante un tiempo, él y Marc Pons formaron el tándem que se antojaba el relevo generacional en un PSOE que anteriormente habían regido figuras tan carismáticas como Joana Barceló o Arturo Bagur. Ahora, Tur ha vencido a Pons, pero le sigue tendiendo la mano.

¿Cuándo empieza a pensar usted que algo debe cambiar en el partido?
Lo que muchos compartimos es que vemos algunos fallos al final del último mandato, no solo a nivel de Menorca sino en todos los niveles, pero sobre todo después de la debacle electoral. Tras esos resultados, hubo mucha gente que creyó que debería haberse hecho un análisis mucho más exhaustivo para saber dónde fallamos. No fue solamente un tema de no comunicar bien, como decían algunos. Es que no actuamos como nos tocaba en algunos momentos, alejando nuestras decisiones de nuestros valores. Y como es natural, los militantes y los votantes no lo entendieron, y creyeron que el partido debía coger otro camino.

¿Y cuándo considera que usted, que también formó parte de esa debacle electoral, puede ser la cara visible de este cambio?
La decisión la tomé hace muy pocos días atrás, porque durante mucho tiempo consideré que era muy difícil visualizar una opción de futuro con algunas personas que habíamos sido la cara en esa derrota. En mi caso, se trata de una decisión completamente grupal. Me reúno con los militantes que consideran que debe haber cambio, el mensaje llega, hay mucha gente que lo comparte y entonces llega el momento de escoger una persona para situarla al frente de este movimiento.

Y por cuestiones laborales o personales, hay personas que no quieren o no pueden dar el paso. Por eso, en un grupo de más de 25 personas, se consideró que debía ser yo quien se situara al frente de esta candidatura. Con algunas cuestiones que yo reconozco que no eran las mejores como opción, porque yo era la cara visible de una derrota.

¿Cómo puede convencer a los ciudadanos de que usted, que estaba en la anterior ejecutiva y tomó decisiones con ella, ahora puede ser diferente y actuar de otro modo?
Porque ya hemos aplicado algunas de las medidas que propongo dentro de la agrupación socialista de Maó, y además, yo soy una persona que he nacido dentro de las agrupaciones y del partido, y conozco la realidad de la formación, y me he encontrado con suficiente ilusión como para ilusionar a muchísima gente. También pido un voto de confianza personal a los militantes, conocedor de que será un camino muy duro.

Una semana después de las elecciones de mayo, usted dijo que no sabía si quería recuperar a algunos votantes que habían dejado de apoyar al PSOE. Ahora, es usted secretario general y pide más militancia. ¿Cómo explica eso a esos votantes a los que aseguró no tener claro si debía recuperar?
Seguramente eso es el análisis en caliente de una derrota. Ayer analicé también esta situación, asegurando que me preocupaba muchísimo que hubiera un sector de gente que siempre había sido votante socialista y que el 22-M se decantó por la derecha. Eso no nos había pasado nunca en treinta años, y el error no es de esos votantes, sino del partido, que planteó unas acciones de gobierno que no se visualizaban como progresistas. Por lo tanto, era muy difícil llegar a un sector de gente que no nos creía, porque habíamos hecho políticas que no eran las nuestras.

Durante el congreso ha insistido mucho en la necesidad de hacer más partido y, sobre todo, en conseguir más militancia y además una militancia más activa. ¿Cómo la va a conseguir?
Yo no soy de los que cree que, de partida, al militante no le gusta participar. Cuando le otorgas una responsabilidad concreta, el militante acude. Por eso, una de las primeras labores de la nueva ejecutiva, a través de la secretaría de organización y de la secretaría de agrupaciones locales es hacer una base real de lo que puede aportar cada militante a la organización, y cada afiliado aportará lo que considera que debe aportar. Es que somos muchos, y si cada uno aportamos una idea, haremos que el proyecto sea más colectivo.

¿Hasta ahora no se tenía suficientemente en cuenta a los militantes?
Era así, pero no creo que fuera por tema de voluntad de la ejecutiva, sino porque el partido, al tener una acción de gobierno muy grande, y porque tuvo que funcionar apoyando a los gobiernos, se iba desmembrando. Lo que más me duele es que, en un territorio como Menorca y con 400 militantes, haya agrupaciones que no conozcan ni a diez militantes de otra agrupación. Los militantes debemos ser compañeros, implicados en un mismo proyecto para toda Menorca.

¿Por qué Maria Borràs como presidenta?
Es uno de los mayores orgullos que puede tener este partido. Representa el esfuerzo, la dedicación y la ilusión. Es la persona que en los momentos difíciles siempre ha estado allí. En el peor momento del PSOE en Es Castell, ella se puso al frente del partido, y obtuvimos un resultado que, en ese contexto, fue buenísimo. Maria Borràs representa a la persona que es capaz de dedicar horas, esfuerzos y conocimientos al partido. Con el aplauso que ha recibido hemos visto que es la persona más querida en estos momentos.

Y le pregunto por la otra mujer fuerte de esta ejecutiva, Elena Baquero, a la que ha nombrado vicesecretaria general.
Es un perfil totalmente diferente. Militante desde hace poco tiempo, conoce bien las instituciones porque es concejal y militante de la agrupación más pequeña de la Isla. Es una concejal dispuesta que se había comprometido hasta ahora con las ideas del partido, y que dio un paso adelante como candidata al Senado en un momento en el que la cosa estaba muy difícil, por no decir casi imposible. Ella siempre dice que es básico tener un partido que ayude a quienes tienen representación institucional.

Menorca es la única isla en la que ha triunfado el sector llamado crítico dentro del PSOE. ¿Va a nadar usted y la federación menorquina a contra corriente?
Ayer (por el sábado) le hubiera dicho que quizás sí. Hoy (por ayer) le digo que no. Con más del 80 por ciento de apoyo a la ejecutiva, el PSOE de Menorca ha demostrado que, gane quien gane, hemos hecho un equipo de integración. Estaremos siempre con el PSIB, con las agrupaciones locales y no tendremos ningún problema a nivel federal.

¿Cuál debe ser ahora el papel de Marc Pons en el partido?
Marc Pons debe jugar el papel que él quiera, pero yo quisiera de él que continuara ejerciendo el liderazgo institucional que ha desempeñado durante estos años. A mí me tendrá a su lado. Ya dije que yo no soy suplantador de mensajes institucionales; soy acompañante de las voces que tengamos en las instituciones. Igual que yo tendré que ser una parte importante de la voz donde me han puesto los ciudadanos, que es como portavoz de la oposición en el Ayuntamiento de Maó.

Los ciudadanos han decidido dónde tenemos que estar institucionalmente, y los militantes deciden dónde tenemos que estar orgánicamente. Y no hay ninguna similitud.