Trabajos submarinos. los voluntarios lanzaron por fin al agua el cable submarino aproximadamente hace ahora un mes - José Barber

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La Illa del Rei dispondrá de energía eléctrica este verano. Será con carácter provisional, con suministro de luz de obra, pero para los 'Amics' del islote será la culminación de un gran esfuerzo. El entusiasmo, el empuje y en más de una ocasión la tenacidad y terquedad demostrada por este colectivo de voluntarios liderado por el general Luís Alejandre obtendrá su recompensa. Aunque saben que la conexión definitiva a la red no estará lista previsiblemente hasta dentro de dos años, por aquello de la crisis y la falta de fondos, este paso acercará el islote y al antiguo hospital naval inglés al siglo XXI. Y es que 301 años después de su construcción, llegará la electricidad a la Illa.

El viejo grupo electrógeno utilizado para iluminar el recinto pasará a la historia. Es cierto que lo hará con honores, porque aunque con achaques propios de la edad ha cumplido su labor, pero dentro de unos meses ya no será necesario acarrear petacas de gasoil para hacerlo funcionar. En su diario tan sólo consta un borrón notorio, cuando en plenas fiestas de Nuestra Señora de Gracia de 2009 dijo basta y los 'Amics' pasaron un mal trago al no poder iluminar su querida Illa. Tal vez, "el recio y viejo trasto" cedido en su día por Autoridad Portuaria protestaba de esta forma ante la satisfacción con la que días antes los voluntarios habían recibido la llegada a Menorca de la voluminosa bobina del cable eléctrico, -de cuatro toneladas- y otras dos más, donadas por Red Eléctrica Española.

El sueño de conexión a la red, estaba más cerca. Aquellos 400 metros de cable eran el primer atisbo de que la expoliada línea eléctrica que hasta 1964 albergó el Hospital Militar sería vengada y finalmente repuesta. "Red Eléctrica se compadeció de nosotros. No era una inversión muy elevada porque estaban renovando el tendido en todas las Islas e instalando el cable submarino", relata Luís Alejandre, quien destaca la labor desempeñada entonces por el que fuera delegado en Balears de Red Eléctrica Española, Ramón Granadino, "persona a la que le estaré eternamente agradecido", remarca. Entre el cable submarino y los accesorios para la conexión a la red de distribución terrestre, la donación de Red Eléctrica rondó los 40.000 euros. "No sólo nos dieron el cable sino que además nos propusieron la instalación de la fibra óptica", agrega. El general también subraya en este punto las gestiones diplomáticas realizadas en su día con Red Eléctrica por el cirujano mallorquín Miquel Timoner "el embajador de la Fundación Hospital de la Isla del Rey en Palma".

Transformadores
Pero el cable solo no servía para nada. Había que construir un transformador en el muelle de Fontanillas y otro en la illa del Rei. Entre la obtención de los permisos y la realización de las obras trascurrieron algo más de dos años. El Ayuntamiento de Maó sufragó las obras del transformador de Fontanillas con una aportación de 50.000 euros, con cargo a los presupuestos municipales de 2011. Este cable no solo iluminaría la illa sino que también sería utilizado en los pantalanes que Ocibar gestionaba en el islote.

En septiembre del año pasado se inauguró asimismo la nueva iluminación artística del Hospital después de que Endesa sufragara con 60.000 euros las obras. No sólo se instalaron focos, sino que se canalizó todo el tendido eléctrico de la Illa del Rei, se construyeron arquetas, las instalaciones para el aire acondicionado y los deshumificadores, así como la caseta del transformador que quedaba. Hace apenas un mes se lanzó por fin el cable submarino con la dificultad añadida de los 32 metros de profundidad que el puerto tiene en esta zona. Con ayuda de buzos y de algunos voluntarios se cubrió una nueva fase que tuvo su continuación hace unos días con la conexión del cable al transformador de Fontanillas. La tarea fue trabajosa y requirió de dotes imaginativas, pero el objetivo final se logró
30.000 euros de Endesa

"Había optimistas y pesimistas. La alternativa era abrir la cuesta, pero Conrado Coll es una persona muy apañada, la vaselina hizo su trabajo y el cable superó las arquetas y pasó", explica entre bromas Luis Alejandre. "Ahora nos queda poner la caja de conexiones en los dos transformadores", apostilla.Para el de Fontanillas, la Fundación cuenta con una ayuda de 30.000 euros de Endesa, y el otro, deberá esperar mejores tiempos. Los 'Amics' cubren etapas. Cuando este verano entre en funcionamiento el contador de obra podrá conectarse de forma automática la iluminación artística del hospital y se dirá definitivamente adiós a las garrafas de gasoil. Los voluntarios saben que la electricidad es un elemento indispensable para llevar a cabo cualquier actividad y poder culminar su empeño de rescatar este patrimonio del puerto olvidado durante años.