Teatre Principal. Las responsables de la organización del Congreso junto con la consellera, Maruja Baíllo, clausuraron el simposio - Javier

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Decenas de horas de discusión. Centenares de propuestas. Presentaciones. Exposiciones orales. Y cerca de 300 asistentes en torno a un mismo concepto, el Patrimonio Mundial. Sin lugar a dudas, una semana de intensos debates e intercambio de impresiones que han hecho de Menorca su tarjeta de presentación.

Así lo rubricaba ayer la codirectora del Primer Congreso Internacional de Buenas Practicas en Patrimonio Mundial: Arqueología, María Ángeles Querol, en la jornada de clausura de este evento que si ha resultado decisivo para los asistentes, más lo ha sido para la Isla.

"Menorca es ahora mismo la palabra que relacionamos con el Patrimonio Mundial", resaltaba Querol quien confesaba que la organización de este primer salón internacional pretendía avanzar en la conversión de "la Isla en referente de estudios científicos de Patrimonio Mundial". Y es que aunque a esta isla del Mediterráneo le queda aun mucho camino por recorrer para conseguir la declaración de la UNESCO, Querol no duda que lo conseguirá.

La última jornada del Congreso sirvió para discutir el sinfín de conceptos y situaciones presentados en el simposio y recoger conclusiones. Así es como la directora y responsable del Congreso destacaba, entre ellas, la ampliación de los conceptos patrimoniales puesto que "cada vez las fronteras entre patrimonio arqueológico, etnográfico y arquitectónico están más diluidas".

Y Menorca ha sido un lugar excelente para demostrarlo puesto que "tanto valor puede tener un talayot como una cabaña de pastor o un muro de piedra seca que tiene el mismo sistema constructivo que el de la época talayótica", señala.

Además, indica que arqueología no obedece sólo a lo que está enterrado sino también a cuanto está construido. Esta eliminación de muros ha convertido el trabajo de los arqueólogos en algo más complejo pero, a su vez, más interesante.

Los conceptos de la arqueología quedan ampliados y completados con los del medio ambiente, el paisaje, el urbanismo y la arquitectura.

Por otra parte, Querol incide en el interés social de todo lo relacionado con Patrimonio Mundial. Y es que para la catedrática de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid, indicar que el Patrimonio Mundial tiene sólo interés turístico, "es una mala respuesta".

Esta declaración debe ser principalmente para quien vive y reside en la zona y para quienes más orgullosos están de su patrimonio. Es por ello que Querol defiende la formación en centros educativos para que "desde jóvenes sepan valorar el privilegio de un paisaje".

La responsable no duda en apuntar que Menorca ha ofrecido a los asistentes una "dimensión de las cosas más pequeña pero más incidente". Es más, confiesa que la celebración de dicho congreso en Madrid habría provocado que muchos aspectos quedaran sin repercusión.

Además, las codirectoras del Congreso, María Ángeles Querol y Alicia Castillo Mena, presentaron ayer ante los congresistas el borrador de la Guía de Buenas Prácticas en Patrimonio Mundial, un documento que obedece a la necesidad de contar con unas directrices para la práctica pro-activa y dinámica de la gestión de los bienes arqueológicos.

Los congresistas aportaron ayer modificaciones e ideas al trabajo que era el principal objetivo del Congreso. Querol explica que la intención es convertir esta guía en una herramienta práctica de trabajo para "sonsacar el Patrimonio Mundial del mero interés turístico para que sea principalmente de ámbito social y convertirlo, por lo tanto, en sello de calidad".