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En la mejor línea de la obra clásica de William Shakespeare "La traición de Julio César", el entorno del presidente balear, José Ramón Bauzá, está dispuesto a eliminar políticamente a Santiago Tadeo, cuyas discrepancias con el jefe del Ejecutivo regional son ya de conocimiento público y con el que ha protagonizado, entre bastidores, sonoros desencuentros. Para ello, desde el PP balear, y con el conocimiento y el plácet de Bauzá, se está auspiciando una candidatura alternativa a la de Santiago Tadeo. Hay algunos nombres en el aire, como los de la diputada autonómica Misericordia Sugrañes o el conseller menorquín de Economía, Medio Ambiente y Caza, Fernando Villalonga, que niegan abiertamente esta posibilidad, con la intención de que el actual presidente del PP-Menorca no repita en el cargo.

Tadeo, que tiene en su haber el mérito de haber colocado a socialistas y nacionalistas en el banquillo de la oposición, debe sentir que no cuenta con el apoyo de Palma –cosa que ya sabe, o se imagina- y, si es posible, que no tiene tampoco el favor de los suyos. Ése es el plan. La gran pregunta, en este momento, es si el PP de Menorca apoyará el regicidio. Y otra, no menos shakesperiana: quién hará en esta tragedia el papel de Marco Junio Bruto.
Símiles literarios al margen, lo peor, a estas alturas, es que el presidente del PP menorquín y máximo responsable del Consell ha oído ya, a modo del adivino que advirtió a César que tuviera cuidado "de los idus de marzo", los presagios que dejan entrever la cercanía de la conspiración. Una conspiración en la que el exdirector financiero de Coinga no sabe si creer o atribuir, en cambio, a fantasiosas maquinaciones alimentadas por periodistas que se divierten jugando a poner y quitar dirigentes, inconsciente de la mano que secunda la acción conspirativa.

Los acontecimientos que han hecho disparar todas las elucubraciones –ya nada de esto es un secreto, hoy, en el PP- se produjeron a finales de la pasada semana, con la llamada de teléfono urgente del presidente Tadeo a un cargo público del PP menorquín, informándole acerca de la supuesta intención de la presidente del PP-Alaior y actual alcaldesa de este municipio, Misericordia Sugrañes, de disputar la presidencia insular al exconcejal de Hacienda de Es Castell y actual diputado autonómico del Grupo Parlamentario Popular.

En esta llamada –hecho absolutamente contrastado por este periódico, que, sin embargo, ha sido negado por el aludido-, Tadeo habría reclamado a este afiliado su apoyo incondicional a su reelección como presidente de los populares menorquines.

La Cope fue el primer medio de comunicación en informar, el pasado lunes, acerca de la posibilidad que Tadeo se presente finalmente para ser reelegido. Una posibilidad que el propio Tadeo, que será el encargado, por otro lado, de redactar la ponencia económica en el Congreso Regional del partido previsto para los próximos 1 y 2 de junio, no se ha encargado de desmentir. Pero la Cope dio, además, otro nombre: el de Misericordia Sugrañes, quien, sin embargo, recluida en su domicilio particular por motivos de salud, insistía en negar la mayor.

"En ningún momento se me ha pasado por la cabeza", fue su lacónico mensaje, desmentido a la mañana siguiente desde fuentes próximas al presidente balear del PP, que apuntarían incluso a una reunión con la alcaldesa de Alaior para tratar el asunto de su candidatura. "Tengo demasiadas cosas por hacer, como ocuparme de Alaior", señaló, tras confesar que el scoop informativo de la emisora "es la primera noticia que tengo al respecto". Tanto pública como privadamente, la diputada autonómica insiste en que jamás se ha planteado optar a la presidencia del PP menorquín –Palma podría tener otros nombres en cartera si falla la Operación Sugrañes- y que nadie del PP balear "me ha pedido que me presente".

El problema para Palma puede ser, precisamente, Sugrañes, quien mantiene excelentes relaciones con Bauzá. Prueba de ello es el Consell de Govern que en fechas recientes el mandatario balear decidió trasladar al Ayuntamiento de Alaior. Sin embargo que siempre ha insistido que "el presidente que salga elegido debe ser el presidente que quiera Menorca". La alcaldesa tiene claro que lo prioritario es la unidad del partido: "En estas bregas no me encontrarán", espetó a preguntas de este periodista. El credo de Sugrañes es claro, aunque tampoco aclara las dudas: "Nunca haré nada que el partido no me pida".

Desde los pasillos del Parlament balear, Tadeo comentaba, sorprendido, a Cope que "aún no toca" hablar de las elecciones en el Partido Popular de Menorca. El presidente menorquín recordó que "aún no está cerrada la fecha para la celebración del congreso insular" e insistió en que el PP de Menorca dispone de hasta cuatro meses de plazo para celebrarlo, una vez haya tenido lugar el Congreso Regional. "En este momento, la atención está puesta en el Congreso Regional y, sólo cuando éste se haya celebrado, se abrirán los congresos locales. Creo que debemos respetar este orden de cosas. Lo importante es que haya un PP fuerte y cohesionado, tanto a nivel regional, como insular y local". Bauzá es conocedor de los hilos que mueve su entorno más directo para desbancar a Tadeo, pero ha prescrito a los suyos calma. El aparato del partido no se pronunciará sobre el caso Tadeo hasta el 3 de junio. Toca esperar el final de esta representación que, como la célebre obra de Shakespeare, trata sobre algo tan universal como las artimañas del poder.