"La gente se va atreviendo a innovar con sus peinados"

Lo de ser peluquera, ¿era una idea que tenía desde pequeña?
A mí lo que siempre me había llamado la atención era la estética. Estudié un módulo en el IES Cap de Llevant y estuve haciendo las prácticas en un centro de estética en el que también había peluquería. Finalmente me contrataron y me di cuenta de que la peluquería me empezaba a interesar. Me fui a Palma a estudiar el segundo año de estética y también peluquería. Volví en el 2006 y estuve trabajando dos años y medio en una peluquería, donde conocí a Fanny, la compañera con la que decidí abrir nuestro propio establecimiento.

Pusieron en marcha un negocio siendo jóvenes y en plena crisis.
Sí. La gente nos decía que éramos muy valientes. Tuvimos la suerte de contar con todo el apoyo de nuestras familias, lo cual nos dio el empujón. Se nos presentó la oportunidad y fue relativamente fácil. Nosotras ya habíamos trabajado juntas en nuestro último trabajo y nos encargábamos del local, así que algo sabíamos. Abrimos en plena crisis y no nos podemos quejar. Mucha gente nos siguió y el boca a boca ha funcionado.

¿Qué es lo que más solicita la clientela?
Color, corte y tratamientos hidratantes, ahora que llega el verano. Poco a poco, la gente se va atreviendo con cosas nuevas. En la Península sí se ven cortes más extravagantes pero aquí todavía domina la tendencia más clásica.

¿Algún consejo para conseguir un pelo 10?
Pienso que no hace falta comprarse productos caros. Basta con usar un buen champú para tu tipo de cabello, acondicionador y mascarilla. Por mucho que se anuncie en la tele, cada uno tiene el pelo diferente y lo mejor es dejarse aconsejar en una peluquería.

¿Cuáles son sus proyectos de futuro?
A nivel profesional, quiero hacer un curso de uñas de gel y porcelana, y también realizar mejoras en la peluquería para ofrecer un mejor servicio. A nivel personal, necesito hacer un buen viaje. Mi sueño es ir a Nueva York. Creo que es muy importante y necesario salir de la Isla y conocer mundo.