Logística. Las operaciones de carga y descarga se complican mucho en Son Blanc al no poder utilizar la explanada de preembarque para las maniobras de los camiones - Cris

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La ampliación de una de las puertas de entrada de mercancías a la Isla ha alterado de manera notable la actividad de las agencias de transporte de la Isla. Son Blanc ha ampliado y mucho las posibilidades de Ciutadella como puerto receptor de mercancías, y esto lo han aprovechado algunas navieras, básicamente Baleària, para hacer de poniente su base de operaciones en la Isla. Con ello, el día a día de muchas agencias de transporte y empresas de logística ha variado, y empiezan a escucharse algunas críticas sobre las prestaciones de la infraestructura.

El principal problema es la imposibilidad de realizar movimientos de camiones en la explanada del puerto, la que se halla entre la estación marítima y los muelles de embarque. A pesar de la amplitud de esta zona, Ports de les Illes Balears no permite que en ella se realicen cambios de conductores de camiones o cambios de plataformas.

La mejor manera de entenderlo es con un ejemplo real, aportado por una de las agencias de transporte que operan en Son Blanc. Un barco procedente de Barcelona lleva un camión destinado a la agencia de transporte menorquina. Ésta, a su vez, envía desde sus almacenes centrales otro camión cargado para enviarlo a Barcelona. El chófer que llega en el buque será el responsable de llevar el otro camión hasta Barcelona, y el que llega desde los almacenes de la agencia cogerá el vehículo procedente de la capital catalana para conducirlo hasta su sede central. Hasta aquí, todo normal.

El problema llega a la hora de realizar este intercambio. Lo lógico y lo más rápido, apuntan desde la agencia, sería que el cambio se hiciera en la explanada de Son Blanc. Pero esto no está permitido, y el plan se complica. Así, el chófer del camión que llega en barco tiene que salir del puerto y aparcar en las calles cercanas a Son Blanc, con vocación residencial. Allí, espera a que llegue el otro camión, el que procede de los almacenes de la agencia, y allí se cambian el vehículo.

La situación se complica más si el camión que llega de Barcelona o de Mallorca viene sin conductor. Otra agencia asegura que la logística entonces "roza lo absurdo". En este caso, un empleado de la agencia, con sede en Maó, se desplaza en otro camión hasta Ciutadella. El vehículo viajará en el barco rumbo a la Península. A su vez, el mismo barco habrá traído hasta Menorca otro vehículo, cargado de mercancía para repartir en la Isla.

El problema es que, en este caso, no hay nadie que baje el camión del barco, y deberá ser el conductor del vehículo que llega de Maó quien, primero, deje su camión aparcado fuera del puerto para, a pie, acceder hasta el barco y descargar el camión que viene de la Península. Deberá dejarlo aparcado fuera del puerto, coger el otro camión, el que viene cargado desde Maó, para embarcarlo, y después, de nuevo a pie, volver a dónde aparcó el vehículo que descargó del barco para llevarlo hasta Maó. Tal enredo, aseguran desde esta agencia de transporte urgente, obliga a perder mucho tiempo a sus empleados y retrasa la llegada de la mercancía al cliente final.

Ports lo sabe

Estas situaciones fueron explicadas al director general de Puertos del Govern balear, Antonio Deudero, en una reunión mantenida varias semanas atrás. Las agencias se quejaron de las dificultades para operar, y se puso sobre la mesa una posible solución que ya se planteó meses atrás. Las agencias piden a Ports que permita el uso de la explanada de preembarque como zona para las operaciones de camiones. Al menos, matizan, durante la temporada baja.

"Gracias a las agencias esta infraestructura portuaria tiene actividad todo el año, puesto que en invierno son muy pocos los pasajeros que viajan en barco, y si algo mantiene operativas las líneas marítimas es el transporte de mercancías. Creemos que no nos merecemos ser tratados así", asegura el responsable de una de las agencias de transporte. Pero si Ports permite estas operaciones en la explanada, estará obligado a contar en Ciutadella con el servicio de estibadores, y esta idea no gusta para nada.

Desde las empresas recuerdan que si este colectivo estuviera disponible en el puerto de Ciutadella, la carga y descarga de mercancías podría realizarse de manera más cómoda y eficiente y, en el caso de los vehículos que viajan sin chófer, estos profesionales podrían ser los encargados de cargarlos y descargarlos en los buques. Pero Ports de les Illes Balears ahora mismo no está por la labor, parece. Como mínimo, en lo que se refiere a los estibadores.

El ente portuario autonómico no dispone de este servicio en ninguno de sus puertos, y tampoco tiene intención, por el momento, de instalarlo en Ciutadella. El alcalde de Ciutadella, José María de Sintas, apoya esta opinión de Ports, al entender que "este servicio acabaría encareciendo los costes de transporte".

El servicio de estiba debe ser pagado por cada naviera que opera en un puerto, y al final, este coste generalmente es repercutido en el precio que cobran a sus clientes por el transporte, ya sea de pasajeros como de mercancías. Por eso, Ports relaciona directamente la presencia de estibadores con el encarecimiento del transporte. De este modo, esta vía parece totalmente cerrada.

Alternativa que no funciona

En su día, el Ayuntamiento de Ciutadella ofreció una zona para el estacionamiento de camiones y plataformas de transporte, aunque era en el otro puerto, el interior. Se preparó todo para que los camiones pudieran recalar en el aparcamiento de la estación marítima del puerto interior, pero la idea no fructificó porque las agencias de transporte consideraron que ese aparcamiento estaba demasiado alejado de Son Blanc, y que en operaciones como el de cambio de chófer o el de cambio de un camión por otro, la distancia entre el puerto comercial y este aparcamiento era excesiva.

Ante esta situación, se puso sobre la mesa otra alternativa por parte de las empresas de transporte. José María de Sintas explica que se planteó la posibilidad de alquilar alguna parcela cercana al puerto de Son Blanc para convertirla en zona de aparcamiento.

En principio, los usos permitidos en la zona no tolerarían esta actividad, pero De Sintas apunta que "si fuera algo temporal, un par o tres de años, no lo veríamos mal". Ahora mismo, desde el Ayuntamiento se multa a aquellos camiones o plataformas que permanecen estacionadas varios días en la vía pública.

Más allá de estas dificultades, lo que es incuestionable es que el puerto de Son Blanc ha revolucionado la entrada de mercancías en Ciutadella, puesto que, tal como se informó el pasado domingo, desde que el nuevo puerto está operativo, han llegado a Ciutadella un 162 por ciento.

Sobre el papel, algunos pronosticaban que este hecho iba a provocar el traslado de muchas agencias de transporte hasta Ciutadella. Sobre el terreno, esto no se ha producido. Primero, porque la crisis ha limitado y mucho el margen de las empresas para ejecutar nuevas inversiones. Y segundo, porque el suelo industrial en Ciutadella es caro y ahora mismo se está pendiente del desarrollo de la ampliación del polígono industrial.

Más costes

Con todo, y sin cambios en la ubicación de las sedes, el cambio de Maó por Ciutadella ha provocado en algunos casos que las empresas tengan que asumir unos mayores costes de transporte, puesto que las navieras no han rebajado sus cuotas a pesar de disminuir las millas de navegación (Ciutadella está más cerca que Maó y se necesita menos combustible para llegar a puerto), y los camiones de las agencias ubicadas en su mayoría en levante, que antes recorrían poquísimos kilómetros para llegar a puerto y recoger la mercancía, ahora tienen que atravesar prácticamente toda la carretera, con lo que esto supone de combustible, tiempo y mano de obra.

Esto, al final, supone también, explican desde las agencias con sede en levante, un retraso en la entrega de la mercancía al cliente final. En este asunto, algunas agencias aseguran que lo ideal sería que los buques de las navieras, sobre todo el "Martín i Soler" de Baleària que, al final, es quien transporte la mayor cantidad de carga, adelantaran su llegada a Ciutadella.

Actualmente, el buque amarra en el puerto de poniente a las nueve de la mañana. Solamente que lo hiciera dos horas antes, a las siete, sería suficiente para mantener los mismos horarios de reparto que antes de la entrada en funcionamiento del nuevo puerto.

También está lo bueno

Pero a pesar de estas críticas, las agencias también admiten que el traslado del puerto interior al actual dique exterior de Son Blanc ha supuesto avances. Uno, el haber ganado espacio. Y dos, la mayor operatividad de las instalaciones, que no deben cerrarse al mínimo aviso de "rissaga", como pasaba anteriormente. Este último punto es uno de los que más agradecen uno de los principales destinatarios finales de las mercancías que viajan en los barcos, los hoteles.

Estos grandes establecimientos necesitan renovar con mucha frecuencia su género, y por eso requieren de un transporte constante, regular y seguro. Desde Mallorca o la Península, los establecimientos hoteleros reciben alimentos congelados, carne, verdura y fruta, sobre todo. Por eso, consideran que el avance conseguido con el traslado a Son Blanc es muy notable. El responsable de una de las cadenas hoteleras en Menorca resume que "unas buenas comunicaciones son sinónimo de seguridad, y que el puerto de Ciutadella no cierre cada dos por tres es una preocupación menos que debemos tener".

En cambio, hay otros comercios que esperaban que, con la reducción de la distancia de navegación, las navieras reducirían sus tarifas y el transporte sería más barato. Al ver que esto no ha sucedido, han expresado su decepción.

La percepción general es que algo ha cambiado en el transporte de mercancías, y que el cambio aún no ha sido todo lo profundo que va a ser. Todo depende de cómo evoluciona tanto el puerto de Ciutadella como, en este caso, el de Maó. Una de las agencias augura que "el futuro es Ciutadella, a pesar que desde Ports se nos diga que ése puerto es solo para pasajeros y cruceros. La lógica acabará imponiéndose, y debemos empezar a pensar en clave insular y no dibujar dos puertos en competición".