fincas. Reciben estos días una suculenta ayuda económica, pero afrontan un futuro incierto - Cris

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Una de cal y una de arena para el campo menorquín. El Consell ha ejecutado el pago de las subvenciones a las fincas menorquinas correspondientes al Plan ProAgro. Las ayudas que ahora reciben las explotaciones insulares corresponden al año 2010, si bien la convocatoria de este plan se hizo el año pasado. Hasta aquí la de cal, porque éste puede ser el último ProAgro del que se beneficien los payeses menorquines, según asegura el conseller de Agricultura Fernando Villalonga. "Podemos vender humo, si queremos, pero a día de hoy no creo que el Govern balear esté en disposición de convocar más planes de este tipo", aseguraba ayer.

Las dificultades económicas por las que están atravesando las administraciones públicas dificultan, según Villalonga, habilitar partidas tan cuantiosas como los 628.000 euros que ahora reciben las fincas menorquinas. En total, son 156 las explotaciones que se benefician ahora del ProAgro, con una ayuda media que alcanza los 4.030,38 euros por finca. En este caso, en Menorca esta iniciativa ha sido más beneficiosa para los payeses, en principio, que en Mallorca. Así, en la isla vecina, el pago de esta ayuda se ha realizado a través del denominado 'confirming', un sistema mediante el cual los beneficiados cobran a través del banco pero pierden una parte de la ayuda para pagar los costes financieros. En cambio, en Menorca los payeses han cobrado directamente, sin necesidad de pasar por el banco, según explica Villalonga.

Esto, no obstante, solo ha sido este año, porque tal y como ya se ha mencionado, hay pocas probabilidades de que esta ayuda se repita en años posteriores. El Govern balear es quien pone el dinero, y el Consell solo actúa de mediador, reuniendo toda la información y ejecutando los pagos, y el propio conseller menorquín es quien duda de la continuidad del ProAgro. Además, otra de las ayudas que podían percibir las fincas menorquinas, el Contrato Agrario de la Reserva de la Biosfera (CARB) también se está replanteando. En este caso, su continuidad parece garantizada, pero aún no se sabe en qué términos.

A día de hoy, aún no se ha podido pagar la ayuda correspondiente al año pasado, según admite Fernando Villalonga. "Los problemas de tesorería lo impiden", explica, y confiesa que a día de hoy no hay ninguna fecha concreta para este pago. "Pueden pasar días, semanas, no sabemos", asegura. Sobre el futuro del CARB, Villalonga comenta que "tenemos presupuesto para este año, y queremos seguir adelante con esta iniciativa, aunque con algunas variaciones sobre el sistema que se seguía hasta ahora". El conseller no concreta cuáles serán estas modificaciones, y emplaza a futuras reuniones con las diferentes organizaciones agrícolas para fijar estos cambios. Después de esta reunión, Villalonga afirma que "la convocatoria saldrá, pero ya veremos en qué condiciones".

Sobre el pago de las ayudas pendientes, Villalonga confía en que el dinero que pueda llegar al Consell a través del plan de ajuste pueda servir para aliviar la situación del campo, aunque lo ve difícil, "puesto que hay otras áreas que son más prioritarias". De todos modos, el conseller asegura que "el campo entiende la situación en que nos encontramos, y son comprensivos en este tema. Saben que hacemos todo lo que podemos y más para salir adelante", concluye.