Especialista. Conoce los pormenores genéticos del caballo menorquín - Cris

TW
0

La XVI Reunión de Mejora Genética, que ha dado cita en Ciutadella a 68 investigadores nacionales para presentar y debatir numerosas ponencias y comunicaciones, se clausurará hoy. Una de estas especialistas es Mercedes Valera, que pertenece al Grupo MERAGEM de la Universidad de Córdoba. Da clases de Producción Animal en la Universidad de Sevilla y es la responsable de distintos programas de mejora genética de prácticamente todas las razas equinas importantes de España, como pueden ser la de Pura Raza Español, Trotador Español, de Deporte Español, Pura Raza Menorquina, Anglo-árabe, Árabe, Burguete, Jaca Navarra, entre otras.

¿Para qué sirven los programas de mejora genética?
Hasta ahora, los ganaderos habían intentado mejorar sus ganaderías a partir de criterios como la belleza del animal o el rendimiento en algunas pruebas. Se hacía de una forma empírica a partir de lo que presuponían. En cambio, la genética es dar un paso más, no sólo hay que tener en cuenta los datos de un animal sino de todos los de la cabaña, introducir cualquier factor, porque un animal puede ser bueno por tener un mejor entrenamiento o por su alimentación. Hay que saberlo separar del modelo genético y saber cuanto de bueno tiene ese caballo por su genética o por el ambiente en el que está. La genética quita todos esos factores ambientales que condicionan el rendimiento, y sirve para tratarlo genética y estadísticamente para dar un valor de lo que va a transmitir ese animal. Se le está dando al ganadero algo que él no ve, porque muchas veces un animal es genéticamente perfecto y es importante conservarlo aunque tenga unas angulaciones malas por haber tenido algún problema.

¿Cómo ha mejorado el caballo menorquín los últimos años?
El menorquín es de los que nos está dando más alegrías, porque es una raza en la que se había trabajado poco y está en peligro de extinción, porque hay pocos ejemplares. Todo lo que se hace en esta raza tiene una repercusión importante porque se ve casi día a día. Es muy importante lo que están haciendo los ganaderos, y de lo más relevante que se está haciendo es empezar a caracterizar genéticamente la raza, porque era muy desconocida y no se sabe muy bien ni su potencial ni en el deporte ni genéticamente, apenas se conocían sus orígenes. Los primeros estudios que empezamos a hacer fueron para ver la variabilidad genética, cual era el origen de estos animales, su potencialidad, lo hemos caracterizado cinemáticamente, hemos hecho muchos estudios de angulación, locomoción. Ha sido un camino importante, y aplicando metodologías muy novedosas, incluso en valoración morfológica, no solamente por puntos sino metiendo mucha geometría a la hora de valorar el animal, lo cual está permitiendo ofrecer muchas informaciones a los ganaderos. Y cada vez tienen más conciencia de ese potencial que tienen estos animales y lo están utilizando. Me consta que aquellos animales que estamos diciendo que son superiores genéticamente, están repercutiendo más en la raza, actúan más como padres. La repercusión y la proyección que se le está dando al caballo Menorquín, tanto desde aquí como desde el Ministerio, es cada vez mayor. Cuando trabajamos a nivel de asociaciones, esta raza siempre está sorprendiendo, suele quedar muy bien en las pruebas conjuntas con otras razas. Tiene muy poca participación, porque es complicado estando aquí, lejos de la Península, pero cuando participa saca buenos resultados.

¿Hay potencial a nivel deportivo?
Mucho. Tiene mucho potencial. Hemos hecho un estudio cinemático, del cual estamos trabajando los datos para publicarlos, y los hemos comparado con razas como el Lusitano o el Pura Raza Español y tiene unas cualidades excepcionales. Hicimos un estudio de cerca de cuarenta caballos en que se miró todo, angulaciones, rotaciones de los miembros, elevaciones, alargamiento, la sobrehuella, ... Y en comparación con razas que están participando en pruebas de doma, tiene unos valores por encima de la media.

¿Y para salto o velocidad?
Yo no lo veo en salto, porque tiene una conformación, por alzada, o por constitución más adecuada para doma. Podría funcionar en concursos completos de equitación, una modalidad que incluye doma, una prueba de resistencia como de 'cross' con pequeños obstáculos naturales que va encontrando, y una prueba de salto con un nivel de menor categoría. Es para caballos muy equilibrados, y aunque el menorquín no participa en estas pruebas, yo creo que tiene opciones. Y para pruebas de velocidad, tampoco.

Se habla del problema de la consanguinidad...
Es menos de lo que parece. En un principio, por falta de datos genealógicos, pensábamos que había mayor consanguinidad, pero hicimos estudios a partir de ADN y vimos que podemos respirar tranquilos. En este sentido, la Asociación de Criadores y Propietarios de Caballos de Raza Menorquina está trabajando muy bien. Cuando nos dan el valor genético de un animal, penalizamos o favorecemos si el animal es más o menos consanguíneos con el resto de la población. Quiero felicitar a la asociación porque están trabajando muy bien, vigilando los aspectos de selección para mejorar la raza, sin olvidar nunca la conservación de la raza. Es de las entidades que más colaboran con las metodologías que vamos introduciendo.