juicio. Los once acusados durante su comparecencia ayer ante los magistrados de la Audiencia Provincial desplazados a Menorca - Gemma Andreu

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Los abogados defensores de seis de los once acusados de narcotráfico que son juzgados desde ayer por los magistrados de la Audiencia Provincial, desplazados a Menorca solicitaron durante la fase de cuestiones previas la nulidad de las escuchas telefónicas a las que fueron sometidos los imputados, al considerar que se violó su intimidad y se vulneró el derecho al secreto de las comunicaciones.

Durante la vista oral celebrada ayer en el Juzgado de lo Penal de Maó, los letrados denunciaron errores en algunos de los autos en los que se solicitan las intervenciones de modo que, según apuntaron, mientras los oficios policiales determinaban la posibilidad de "pinchar" un móvil determinado, finalmente se intervenía un número de teléfono distinto. Asimismo, señalaron que las escuchas carecían de motivación y, del mismo modo, recalcaron que los oficios policiales no ofrecían indicios "poderosos" al reclamar los "pinchazos" ante el juez.

Por otro lado, los abogados apuntaron una falta de control por parte de la secretaria judicial a la hora de cotejar las intervenciones un proceso que, según subrayaron, no se llevó a cabo hasta un año después de que se realizaran las intervenciones. El Ministerio Fiscal negó estas acusaciones y reclamó desestimar las cuestiones previas planteadas por los letrados ya que, según indicó, las escuchas se solicitaron "después de largas investigaciones policiales".

Finalmente, será la juez encargada del caso la que resuelva la validez de los "pinchazos". "Puede darse el caso de que la nulidad de las intervenciones suponga la anulación del proceso y, consecuentemente, la absolución de todos los imputados, aunque también puede ocurrir que la magistrada considere que el resto de pruebas y las confesiones de los acusados bastan para dictar sentencia", explicó a los periodistas uno de los abogados defensores.

¿Posibilidad de pacto?

El Ministerio Público solicita seis años de prisión para cada uno de los once acusados por un delito contra la salud pública al haber introducido y distribuido cocaína en la Isla con ánimo de obtener un beneficio ilícito. No obstante, según afirmaron ayer fuentes cercanas al caso, la Fiscal propuso a los imputados antes del comienzo del juicio la posibilidad de rebajar la pena de prisión a tres años.

Esta alternativa no fue aceptada por algunos de los once acusados que no consideran que su implicación en los hechos se adecue a una condena tan elevada. "Hay mucha diferencia entre unos y otros porque, por ejemplo, a algunos se les ha incautado más de un kilo de cocaína y a otros nada", afirmó uno de los letrados al finalizar la primera sesión de la vista oral, que continuará hoy con la declaración de testigos.

Interrogatorios

Durante los interrogatorios, la mayoría de los acusados reconocieron ayer los delitos que se les imputan y mostraron su arrepentimiento. Tan solo J.R.B.D negó en todo momento dedicarse a la venta de droga y, a pesar de la insistencia de la Fiscalía por demostrar su implicación en la distribución de cocaína en Menorca, el acusado reiteró en numerosas ocasiones que solamente adquiría la droga para su autoconsumo.

Finalmente, el imputado reconoció ante las preguntas de su abogado que financiaba su propio consumo "trapicheando", aunque el beneficio que obtenía de ello era siempre escaso. J.R.B.D., que minutos antes de declarar pidió permiso para inyectarse insulina en la misma sala, admitió estar "enganchado" a la cocaína y reconoció haber comprado droga en algunas ocasiones a N.D., C.O.C.R y P.O.L.S.

"Lo mío es el vicio y es un fantasma malo que hay que dejar atrás", señaló durante la vista oral. Sin embargo, recalcó no tener relación ninguna con las operaciones de introducción de droga en la Isla supuestamente orquestadas por J.O.V.V y P.O.L.S. y N.A.L.S y L.P.M.R.

Por otro lado, A.R.G admitió que condujo una furgoneta desde Madrid hasta Barcelona y que, posteriormente, cogió el barco hasta el puerto de Maó, donde fue detenido al hallarse en el vehículo 1,09 kilogramos de cocaína. Sin embargo, el acusado indicó que desconocía el contenido de las cajas que transportaba en el interior del automóvil, aunque "intuía" que podía ser droga.

"Me pagaron muy bien el viaje y saqué esta conclusión, pero yo me limité a conducir el vehículo y nada más", recalcó durante el juicio. Del mismo modo, aseguró que fue la única que vez que realizó una actividad de estas características y, ante las preguntas de su abogado, concretó que se prestó a ello por necesidades económicas.

También alegaron dedicarse a la distribución de cocaína para subsistir ante la falta de un puesto de trabajo o un escaso salario N.A.L.S, J.E.A. y A.E.J, el único de los once acusados que todavía permanece en prisión provisional.

El escrito de acusación

El escrito de acusación narra cómo J.O.V.V. concertó con P.O.L.S. introducir una partida de cocaína en Menorca. La operación se llevó a cabo a través de A.R.G., quien el 6 de febrero de 2010 llegó a Menorca procedente de Barcelona.

A su llegada al puerto de Maó, los agentes hallaron en el interior de su vehículo 1,09 kilogramos de cocaína con una pureza del 21,9 por ciento, así como 11,587 gramos de cocaína de una pureza del 23,4 por ciento.

La Fiscalía apunta también que, en fecha no determinada, C.O.C.R. procedió a la venta de cocaína, entre otros, a J.R.B.D, quien se dedicó igualmente a la venta de la droga desde, al menos, el 7 de mayo de 2010. Precisamente, en el domicilio de C.O.C.R, ubicado en Es Mercadal, la Policía halló 345,78 gramos de cocaína.

Del mismo modo, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado encontraron en el domicilio de N.D., en Maó, 20,581 gramos de cocaína y 92 gramos de cannabis. Por otro lado, L.P.M.R. introdujo en la Isla, el 7 de mayo de 2010, 475 gramos de cocaína destinada a N.A.L.S. La droga fue encontrada cuando el individuo desembarcó del buque "Martín y Soler" procedente de Barcelona.

Finalmente, también J.E.A. se dedicó a la venta de cocaína y de hachís. A.E.J. quedó encargado de la custodia de dichas sustancias en un piso de Maó, donde los agentes hallaron 17,68 gramos de cannabis y alrededor de 81,88 gramos de cocaína. Del mismo modo, se encontraron en la vivienda y la caravana ubicada en Cala en Blanes, propiedad de J.E.A., 12,46 gramos de cannabis y en torno a 1,8 gramos de cocaína.