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Mariano Rajoy anunció ayer, entre su plan de recortes, la disminución en un 30 por ciento del número de concejales de los municipios. Poco más ha trascendido de este anuncio, realizado ayer en el Congreso de los Diputados.

Solamente la sensación generalizada de que esta medida no se aplicará hasta las próximas elecciones municipales, puesto que algunos apuntan a que si la reducción se hiciera efectiva ahora con carácter retroactivo, podría incluso ser inconstitucional.

Sea cuando sea que se aplique, Menorca cuenta actualmente con 114 concejales en sus ocho ayuntamientos. Si se aplica a todos los municipios la reducción del 30 por ciento, la Isla se quedaría con 80 ediles (aplicando los redondeos correspondientes). Es decir, 34 concejales menos.

Aunque parece improbable, si esta reducción se aplicara hoy, y se cogieran como base los resultados de las últimas elecciones municipales del 22 de mayo de 2011, algunos municipios verían modificada sustancialmente la composición de sus consistorios, e incluso se podrían conformar nuevas mayorías políticas.

Empecemos en Ciutadella. Con la composición actual de 21 concejales, el Partido Popular de José María de Sintas se quedó a uno de la mayoría absoluta. Si se pasara a una corporación de quince ediles, y los resultados fueran los mismos que en 2011, los populares obtendrían ocho concejales, es decir, mayoría absoluta.

Algo similar sucedería en Es Castell. Con los actuales trece miembros de la corporación municipal, el PP está a uno de la mayoría absoluta y gobierna mediante un pacto con Unió Menorquina. Si el recorte dejara Es Castell con nueve concejales, y con el veredicto de las urnas del 22-M, el PP pasaría a gobernar con mayoría absoluta al tener cinco concejales.

En Ferreries, aunque no se facilitarían mayorías absolutas, si podría cambiar el color político del Ayuntamiento. A día de hoy, el PP gobierna aunque en minoría porque Unió Menorquina, que tiene la llave con su único concejal, decantó la balanza hacia los conservadores y no hacia el pacto Entesa-PSOE. Pues bien, si se redujeran los concejales a siete, estos dos partidos sumarían cuatro concejales por los tres que tendría el PP. Unió Menorquina, que ahora es quien decide, desaparecería.

En el resto de municipios, variaría el número de ediles, pero esto no afectaría al color político de quien gobierna. Eso sí, uno de los efectos más notables de esta reducción sería la pérdida de peso de los partidos más pequeños.

De hecho, la reducción de concejales tendría una mayor influencia en estas formaciones que no en las mayoritarias. PP y PSOE perderían 14 y 9 concejales respectivamente aplicando los resultados electorales de 2011, pero si esto se traduce en porcentajes, los populares disminuirían su número de ediles un 24 por cien, y los socialistas un 26.

En cambio, los llamados partidos minoritarios sufrirían un tijeretazo mucho mayor. Sin contar los representantes de la Entesa de Ferreries ni la de Es mercadal, el PSM perdería un 43 por ciento de sus concejales, Unió des Poble de Ciutadella de Menorca (UPCM) un 50 por cien, Esquerra de Menorca un 66 por ciento y Unió Menorquina un 75 por cien.