Puerto. Las inspecciones permanentes permitieron detectar el fenómeno natural - Archivo

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El Govern ha levantado la prohibición que obligó a interrumpir el marisqueo en las aguas del puerto de Maó el pasado 23 de agosto. La prohibición de extraer y comercializar moluscos bivalvos afectó a cinco mariscadores que se dedican a la recolección de mejillones y "escupiñas", debido a la presencia la toxina D.S.P., cuyo consumo podía producir trastornos gastrointestinales de carácter leve.

La medida se ha adoptado una vez conocida la desaparición de la toxina de la carne de los moluscos. Los resultados de los últimos análisis realizados como parte de programa periódico de control y vigilancia del Govern reflejan niveles inferiores a los establecidos como seguros por la normativa vigente, por lo tanto se ha determinado dejar sin efectos la prohibición de la extracción y comercialización de moluscos en el puerto de Maó.

Los bivalvos generan la D.S.P., de forma natural cuando consumen un determinado tipo de microalgas y queda alojada en su cuerpo. Al tratarse de un fenómeno natural, sólo un descenso en la concentración de las citadas algas en el mar puede devolver la normalidad a la zona afectada. El temporal de tramontana de días pasados y la circulación de las corrientes ha permitido la desaparición de este alga que encuentra su caldo de cultivo ideal en aguas tranquilas, remansadas y cálidas.

El mariscador Manuel Cabrera confirmó ayer levantamiento de la restricción y comentó que inmediatamente después de conocerse la noticia comenzó a recibir pedidos de producto fresco. Los consumidores menorquines han entendido que la incidencia producida en este sector obedece a un fenómeno natural. Las inspecciones permanentes para garantizar la salubridad del producto permitieron detectar problema a tiempo del mismo modo que ahora se ha podido comprobar que los moluscos están ya en perfectas condiciones.