Enclave. Las visitas comenzaron el día 5 de julio y finalizaron el pasado 30 de septiembre - Archivo

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Las circunstancias obligaban a remar a contracorriente para el Consell pero al final ha conseguido llegar a buen puerto y con unos resultados más que satisfactorios.

Así lo anunciaba ayer la consellera de Turismo, Salomé Cabrera, respecto a los datos que han acompañado este verano a las visitas guiadas en uno de los enclaves más emblemáticos del puerto, el Lazareto. La responsable insular del área turística afirma que el Consell topó con algunos reveses para poder poner en marcha las excursiones, no obstante "el esfuerzo y el empeño para que la actividad no se interrumpiera han permitido que el servicio haya salido adelante muy satisfactoriamente".

Cabrera hace hincapié, por un lado, en la situación de crisis que está azotando el país y, por otro, a los problemas que surgieron respecto a la botadura de la embarcación para realizar los traslados.

Recuerda que la decisión de cerrar las instalaciones para los funcionarios del Ministerio de Sanidad obligó a buscar una alternativa para desplazar a los visitantes hasta el enclave teniendo en cuenta que la embarcación estaba en hibernación. Así, ha sido una empresa local la encargada de realizar los traslados. Cabrera resalta la "sensibilidad" del empresario teniendo en cuenta que la barca permitía el transporte de diez pasajeros, lo que generó la necesidad de realizar varios trayectos para desplazar hasta el Lazareto una media de 28 visitantes por excursión.

A pesar de todo ello, el Lazareto ha registrado este verano un total de 626 visitantes repartidos en 23 excursiones, lo que supone una "muy leve" diferencia a la baja de una veintena de personas respecto a las excursiones del año pasado, desarrolladas durante un período similar. "Han tenido muy buena acogida con mucha demanda aunque nos hemos tenido que adaptar a los medios con que contábamos este año", apostilla.

Las visitas arrancaron el primer jueves de julio y se han prolongado hasta el 30 de septiembre. Las previsiones iniciales marcaban como último día de salida el próximo lunes, no obstante, por motivos logísticos del Ministerio de Sanidad las excursiones han terminado unos quince días antes.

La visita se ha ofrecido en castellano y en inglés. Respecto a los excursionistas, dos terceras partes han sido castellanoparlantes aunque se ha constatado una presencia importante de visitantes de habla inglesa en la mayoría de las visitas, lo que pone de relieve el atractivo del enclave para los turistas. También se ha registrado una presencia puntual de excursionistas de otras nacionalidades como alemanes y suecos, entre otros.

Salomé Cabrera resalta la buena predisposición del Ministerio de Sanidad a la hora de negociar estas visitas. En concreto, explica que el organismo estatal aceptó las excursiones por la tarde y en festivo cuando inicialmente solo permitían la entrada en el recinto en horario matutino y en días laborales, es decir, cuando el personal estaba trabajando en el enclave.

Además, Cabrera reitera la firme voluntad del Consell de mantener y continuar con la actividad en el recinto fortificado puesto que el Ejecutivo insular teme que "la pérdida del vínculo suponga un deterioro de un patrimonio demasiado importante para los ciudadanos menorquines", asevera y añade que "no queremos que ocurra con el Lazareto lo mismo que ha pasado con otras infraestructuras de la Isla, vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos".

De ahí que de una forma transversal desde varias consellerias "estamos luchando para continuar con la actividad hasta que no se encuentre la solución idónea para el recinto", es decir, conseguir que se pueda "usufructuar" por parte de los menorquines, conseguir "una cesión de uso mediante una fórmula jurídica que permita la convivencia y uso del Lazareto y que constituya un producto turístico y cultural diferenciador".

Para ello, el Consell no ha dejado de negociar y mantiene constantemente el contacto con el Ministerio para llegar a una solución definitiva.