Acusada. Mónica Juanatey fue detenida en noviembre de 2010, tres días después de hallarse el cadáver - Archivo

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La vista oral del juicio de Mónica Juanatey Fernández, acusada de haber asesinado a su hijo César de nueve años en julio de 2008 en Maó, se desarrollará durante los días 22, 23 y 24 de este mes ante el Tribunal del Jurado de la Audiencia Provincial de Palma y, tras la deliberación, será a finales de la próxima semana cuando se conozca el veredicto. La Fiscalía pide en su escrito de acusación la pena de veinte años de cárcel por un delito de asesinato con alevosía, recogido en el artículo 139.1 del Código Penal.

Para el juicio oral el fiscal propone como medios de prueba el interrogatorio de la acusada y los testimonios de los policías nacionales del Grupo de Homicidios que investigaron el caso, de personas próximas a Juanatey y, para las pruebas periciales, cita a los médicos-forenses Víctor Verano Zapatel, Juan Luis Poncela y Vidal Santos Yusta en relación con su informe sobre el estado mental, la capacidad cognitiva y volitiva, y otros rasgos sobre su personalidad.

La joven, natural de la localidad gallega de Noia, fue detenida en Maó, el 26 de noviembre de 2010, tres días después de que se hallara la maleta en la que introdujo el cadáver de su hijo en un barranco próximo a la cala de Binidalí. La madre del menor permanece ingresada en la prisión de mujeres de Palma a la espera de que se celebre el juicio.

Los hechos generaron consternación pública debido al macabro hallazgo de los restos del niño, en la finca de Binidalí de Ses Vilotges por los hijos de la propietaria de la finca, mientras realizaban labores de desbroce.

Petición de absolución

El letrado defensor pide la absolución de Mónica Juanatey y argumenta en su escrito que ésta "no es consciente de haber matado a su hijo" y que "solo conserva el recuerdo de lo que hizo con su hijo esa mañana hasta que estaba preparando el baño, siendo la primera imagen posterior al fallecimiento la de su hijo sin vida en sus brazos y a ella misma intentando reanimarlo". Según el abogado de la acusada, ésta "no era ni es capaz de recordar cómo se pudo producir (la muerte del niño) ni de explicarse a sí misma ni a los demás por qué se lo encontró fallecido".

También alega la defensa que la forma en que Juanatey se deshizo del cuerpo "no revela un claro ánimo de ocultación por incompleto e imperfecto". "Lo que muestra es, junto con el hecho de permanecer en Menorca durante dos años sin abandonar la isla definitivamente, la clara conciencia de que algún día o iban a encontrar al niño o sus familiares iban a preocuparse de él", añade. En el momento del fallecimiento del niño Juanatey mantenía una relación sentimental con Víctor Manuel Sánchez Teodoro (citado como testigo), a quien informó de que el pequeño era su sobrino y se iba a quedar diez días en Menorca. Según el escrito de la defensa, a través de internet entabló una nueva relación de amistad con Agustí Masgoret (también citado), consolidándose luego como relación sentimental y que hoy día se ha constituido en matrimonio. La defensa sostiene que Juanatey habría revelado a su pareja el fallecimiento accidental de su hijo del que se sentía responsable.