Tráfico. El camino ha sido utilizado por coches e incluso por autobuses con turistas - Gemma Andreu

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La reapertura del vial que une las urbanizaciones de Son Parc y Coves Noves, para utilizarlo en la extinción de los incendios del pasado septiembre, ha reavivado también la demanda vecinal de que este paso se mantenga abierto de forma permanente.
De momento, este camino que surgió como un vial para la dotación de servicios y que se acondicionó el año pasado para el tránsito de vehículos, con motivo de la prueba deportiva de triatlón Extreme Man 113 en Fornells, continúa abierto pero no por mucho tiempo.

"Sé que hay interés de los vecinos, pero no se puede mantener así, hay varios parámetros a estudiar", afirmó ayer el alcalde de Es Mercadal, Francesc Ametller, después de conocer las peticiones de los residentes; no obstante, el alcalde no descarta ninguna opción, pero considera que "es un tema que debemos consultar al Consell, vamos a analizarlo", afirmó.
Son muchos los residentes o trabajadores en esta zona los que se han manifestado a favor de contar con dicha vía alternativa, o bien a través de opiniones en la edición digital de 'Es Diari' o en aquellas que se pudieron recoger ayer sábado en comercios y establecimientos de Son Parc.

"Como trabajadora yo creo que sí es necesario ese vial, todo lo que facilite la movilidad entre las dos urbanizaciones es positivo, y también hay que tener en cuenta que es nuestra única salida alternativa", comentaba una de las empleadas de un aparthotel. Además, apuntaba que ya durante la celebración de la triatlón, cuando se corta la carretera de acceso a Son Parc, la vía que conecta con Coves Noves tuvo que ser utilizada para traer y llevar turistas al Aeropuerto de Menorca, por lo que fue transitada no solo por coches sino también por minibuses.

"Los aviones llegan y salen igual, la prueba se realiza cuando todavía hay bastante ocupación y nuestros clientes tienen que viajar", añadía.

"Encerrados"

Asimismo, durante el incendio forestal que afectó a la urbanización, el paso se abrió para que transitaran los equipos de bomberos. "Los residentes ya saben que existe, pero muchos turistas querían salir y no sabían cómo, estábamos encerrados, y les tuvimos que explicar que estaba ese vial", señalaban las trabajadoras de este establecimiento hotelero, una afirmación corroborada por los propietarios de otros locales de Son Parc.

Así, Laura, dueña de una tienda de souvenirs y prensa, se mostraba ayer a favor de mantener el paso abierto, no solo por mejorar su negocio "me traen los periódicos y revistas desde Arenal d'en Castell y ahora tienen que dar toda la vuelta" , sino también por seguridad, después del susto vivido este verano con el fuego forestal. "Muchos turistas querían salir de la urbanización y no sabían cómo, tuvimos que indicárselo", explicó. "Creo que sería bueno que existiera una mejor comunicación entre las dos urbanizaciones", añadió.

También Andrés, propietario de un bar próximo, comparte la opinión de que el vial pueda continuar abierto "pero en mejores condiciones", matiza. "Tampoco tiene un tráfico tan elevado pero sí, sería positivo unir las dos urbanizaciones, ya que además esta es la única de toda la Isla que cuenta con un campo de golf, pero habría que asfaltarlo y arreglarlo".
La apertura definitiva del vial facilitaría mucho el trabajo de las empresas de alquiler de coches, asegura Paqui, empleada de una firma que opera en Son Parc. "A nosotros nos va mucho mejor abierta, ahorraríamos tiempo y combustible a la hora de transportar los coches", aseguró, ya que ahora los vehículos deben realizar el recorrido más largo, por la carretera que une Maó y Fornells. "También sería más rápido en el caso de que se produzca una emergencia", añadió.

Frente a esta mayoría también surgen algunas voces discordantes. El propietario de otro bar-restaurante opina que si se mantiene el vial operativo habría que unir Son Parc y Coves Noves con un minibus o un tren turístico "para que fluyan" los visitantes, ya que teme que los pocos clientes que ha tenido esta temporada opten por visitar la otra urbanización. La bajada del negocio este verano, que afirma se ha resentido de la menor afluencia de turismo residencial y español, hace que este restaurador se plantee el cierre definitivo cuando llegue el invierno.

"Después de veinte años en Menorca y cinco con este restaurante creo que nos iremos a la Península porque aquí no vemos claro el futuro", se lamenta, culpando de su escasa facturación no sólo al menor número de turistas en Son Parc, sino también al 'todo incluido' de los hoteles de la zona. Y no es el único. "El propietario del bar de más abajo", informa, "se irá este invierno a Andorra a buscar trabajo".