Tejado. La suerte hizo que los desprendimientos se produjeran en un momento en el que no había nadie en el interior del establecimiento - Gemma Andreu

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Los propietarios del restaurante Pasarela, ubicado en el número 25 del Moll de Ponent en el puerto de Maó, se llevaron ayer un buen susto al comprobar como varias rocas del acantilado habían caído sobre su establecimiento. Los hechos ocurrieron antes de las 10 de la mañana y, a pesar de la aparatosidad, no causaron daños personales.

Por la mañana, los responsables del local ya se percataron de que en el patio trasero que utilizan como almacén habían caído varias piedras y tierra, "algo que aquí ha sido normal desde hace años", explica el propietario, Alejandro García. Sin embargo, fue poco después cuando se percataron que el incidente había sido de mayores dimensiones. Dos rocas de más de un centenar de kilogramos cada una estaban sobre el tejado. Se habían desprendido del acantilado, ocasionando daños en varios metros cuadrados de tejas del edificio y en parte de la fachada trasera.

Tras percatarse de lo sucedido, desde el restaurante se informó al Ayuntamiento, desde donde se desplazaron miembros de la Policía Local y un técnico municipal. "La verdad es que la respuesta ha sido rápida, y nos han dicho que intentarán resolver el problema lo antes posible", expuso agradecido García.

El Ayuntamiento ordenó el cierre del establecimiento hasta que dispongan del informe que tiene que elaborar una empresa de trabajos verticales sobre el estado del acantilado. Por el momento, "este fin de semana no creo que podamos abrir, como mucho el domingo", lamentó el gerente del local, quien afirma no entender que "sólo tengamos que cerrar nosotros, los establecimientos más cercanos corren el mismo peligro que nosotros".

Tras dar parte a la compañía aseguradora y realizar los trámites necesarios, operarios de la constructora Antonio y Diego y de la empresa Transportes Bernardo Pons se encargaron de retirar las rocas del tejado del edificio. Ahora, los propietarios esperan tapar cuanto antes el boquete que hay en el techo, sobre todo ante la posibilidad de lluvias del fin de semana.