TW
0

Los jubilados del IB-Salut en Menorca dan una tregua al Govern de José Ramón Bauzá y posponen el encierro que habían previsto iniciar ayer en el hospital Mateu Orfila.

Esta decisión fue tomada después de la voluntad política mostrada por el presidente del Ejecutivo autonómico para solucionar el problema surgido tras la supresión del complemento de pensión que supondrá una pérdida de entre el 30 y el 40 por ciento de la retribución mensual.

Una menorquina afectada se reunió ayer en Palma con los exempleados mallorquines que se habían encerrado en la sede del ente con el objetivo de representar a Menorca en el encuentro conveniado con el presidente del Govern. Los extrabajadores de Palma celebraron una asamblea después de la reunión con Bauzá en la que decidieron poner fin a su encierro para que la Conselleria de Salut pueda trabajar en la línea de solventar el problema.

De la misma manera se posicionaron los afectados de la Isla quienes aseguran que dan un margen al Govern hasta el lunes "y si entonces la Conselleria no se ha pronunciado al respecto iniciaremos medidas de presión", entre ellas, un encierro en el hospital Mateu Orfila para reclamar esta pensión que se les ha suprimido. Antes de conocer la decisión mallorquina, los afectados de la Isla tenían clara la protesta. "Yo ya he traído ropa de recambio para quedarme aquí", aseguraba una de las exempleadas.

Cabe destacar que mientras esperan que se solucione el problema, "este mes ya lo hemos perdido", señalaba la portavoz en Menorca del colectivo.

A parte de esta decisión, el colectivo menorquín entregó ayer una carta al gerente del Área de Salut de Menorca, José Luis Gallego, rubricada por una quincena de jubilados. En la misiva, los trabajadores afectados por el recorte de la paga "exigen" la "inmediata restitución íntegra de la pensión en el mes en curso". Gallego salió a recibirles aunque aseguró que "no es competencia mía, firmé la carta como representante del Govern en Menorca".

El número de afectados en la Isla asciende a unas 40 personas, según señala el delegado sindical de Comisiones Obreras en el hospital Mateu Orfila, Juan Andrés Bernabeu.

Una técnico de anatomía patológica en funciones se jubiló cuando tenía que cumplir los 62 años. Ahora tiene 64 años y este recorte le supone la pérdida de unos 800 euros. Un celador de 64 años pierde 300 euros de su pensión. Una auxiliar de clínica con 65 años dejará de percibir 800 euros y algunas enfermeras pueden llegar a los 1.000 euros de pérdida salarial.

"Nos ponen la cuerda en el cuello en tres días y ya dejan de ingresarnos la pensión de octubre", puntualizaba una extrabajadora quien advertía que "no es un complemento, es una paga de jubilación que está contemplada en el estatuto marco y que nos acogimos a esta oferta porque estaba garantizada al cien por cien. Solo exigimos lo que nos pertenece por ley".