Mal tiempo. La jornada de ayer se saldo con desperfectos en embarcaciones, una lancha hundida, árboles caídos y cortes en el suministro eléctrico - Javier

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El fuerte viento de 'mestral' con rachas que alcanzaron los 117 kilómetros por hora dejó un rastro de daños en la Isla.

El tráfico marítimo se vio afectado con la cancelación de la actividad durante gran parte de la jornada. Así, la naviera Iscomar puedo amarrar en el puerto de Ciutadella procedente de Alcúdia aunque no zarpó de nuevo hacia el puerto mallorquín hasta las 19.30 horas. El pasaje, que ya había sido embarcado para zarpar, permanecía en el barco a media tarde por las dificultades del desembarco.

Por su parte, el buque Ramon Llull de Baleària modificó la ruta amarrando en el puerto de Maó con la previsión de que navegue de nuevo hacia Alcúdia esta mañana a las 10 horas. Y es que el temporal obligó a cerrar la rada mahonesa desde las 14.15 horas hasta entrada la tarde. En lo que respecta a las comunicaciones aéreas, el vuelo de las 13.10 horas procedente de Palma fue cancelado por causas meteorológicas así como su regreso al aeropuerto de Son Sant Joan previsto para las 14.15 horas.

Las precipitaciones acumuladas en el Aeropuerto ascendieron a 27,6 milímetros dejando a su paso goteras, una valla perimetral caída y fallos eléctricos en las escaleras mecánicas del edificio.

El mal tiempo, que registró en torno a las 16 horas rachas de viento de unos 45 nudos en la zona de Llevant, también causó desperfectos considerables en el mar. Según informa la Policía Portuaria, una lancha que se encontraba amarrada en el Moll de Llevant se hundió, dejando solo al descubierto la proa de la embarcación.

En todas las poblaciones de la Isla, el viento dejó un reguero de árboles caídos y deterioros en viviendas y calzadas. Así, en la zona de Ponent, la Policía Local y el Cuerpo de Bomberos no daban abasto. En torno a las siete de la tarde ya habían registrado unos cuarenta incidentes. Las zonas más afectadas por árboles caídos en la vía pública fueron Cala Blanca, Cala en Bosc, Cala en Blanes y la ciudad, con 21 salidas.

También tuvieron que cerrar dos calles en la urbanización de Cala en Bosc y hubo actuaciones por incidencias en el cableado eléctrico en Cala Blanca. El tramo comprendido entre el Carrer Mestral y Llebeig del paseo marítimo de Cap d'Artrutx fue cerrado por la presencia de piedras expulsadas del mar. La Policía tuvo que actuar también en dos embarcaciones. Una de ellas había quedado embarrancada. Los bomberos de Ponent también tuvieron que remachar el tejado del instituto Maria Àngels Cardona puesto que las "placas de hierro saltaban", señalan.

Durante toda la jornada se produjeron oscilaciones en el suministro eléctrico. No obstante, algunas zonas no contaron con electricidad durante toda la tarde. Es el caso del núcleo rural de Camí d'Algendar, en Sant Climent, que se vio afectado por un corte de luz a las 14 horas. A las 22 horas aun no se había restablecido, según informó un vecino.

Del mismo modo ocurrió en una área de Alaior donde el suministro se cortó a las tres de la tarde y no se restableció definitivamente hasta las diez de la noche.

Los vecinos de la Cala Sant Esteve también se vieron afectados debido a la caída de un poste de electricidad. En Trebalúger, un árbol del Camí de Baix se desplomó sobre el tendido eléctrico y partió además el cable de telefonía.

En Sant Lluís, uno de los cristales de la parte superior del polideportivo cayó dentro de la pista central por los efectos del viento. Se suspendieron las actividades deportivas de la jornada por precaución. En lo que respecta a Es Migjorn, la Policía Local informó que un par de árboles obstaculizaron la vía principal de la urbanización de Santo Tomàs.

El tráfico tuvo que ser desviado puesto que los trabajos se prolongaron durante 45 minutos. En la Me-18 que conecta Es Mercadal con Santo Tomàs la Policía Local también tuvo que intervenir.