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La huelga en la sanidad menorquina provocó ayer la paralización de dos quirófanos en el Hospital Mateu Orfila al no contar con todos los especialistas necesarios para las intervenciones quirúrgicas programadas. Es seguramente la consecuencia más visible de un paro que según el Govern balear siguió en la Isla el 12,23 por ciento del colectivo, mientras que los sindicatos aseguran que, a nivel balear, la cifra de seguimiento se eleva hasta el 72 por ciento.

En el Hospital, las especialidades que tuvieron que cerrar sus quirófanos fueron traumatología y cirugía. Esto supuso el aplazamiento de varias operaciones que estaban programadas para ese día, lo que, según las fuentes médicas consultadas, podría suponer un empeoramiento de la patología a tratar. En cambio, sí se atendieron las intervenciones urgentes o las oncológicas.

Otros efectos del paro fueron la reducción de la actividad en el área de radiología, donde solamente se realizaron las pruebas urgentes y aquellas relacionadas con un diagnóstico que no puede aplazarse. También algunas consultas de medicina interna, urología y neurología sufrieron retrasos o cancelaciones, así como algunas pruebas relacionadas con el aparato digestivo.

En general, la incidencia en los centros de atención primaria fue poco relevante, según las fuentes sindicales consultadas. Solamente unos pocos especialistas optaron por no acudir al trabajo en Maó y en Ciutadella.

Cabe destacar que en el colectivo sanitario, el Sindicato Médico no había recomendado directamente el apoyo a la huelga, sino que había optado por no condicionar al personal a pesar de que, aseguraban, la situación tiene suficientes mimbres como para que se realicen protestas de los trabajadores.

Administración pública

La mayoría de los ayuntamientos de Menorca vivieron ayer una jornada de relativa tranquilidad, en la que la huelga tuvo un seguimiento más bien menor. Solamente los consistorios de Maó y Sant Lluís se vieron claramente afectados al tener a la mitad de su plantilla o más secundando el paro.

Sant Lluís, según los datos facilitados por el propio Ayuntamiento, fue la administración más afectada, con siete de cada diez trabajadores secundando la huelga. En Maó, el seguimiento fue del 50 por ciento. A partir de aquí, el resto de consistorios han registrado incidencias que en ningún caso superan el 25 por ciento. Destaca el Ayuntamiento de Alaior, con un seguimiento del 8,5 por ciento, aunque tuvo que cerrar la Biblioteca municipal porque todos sus empleados secundaron el paro.

Precisamente en Alaior, los tres partidos de la oposición han denunciado que la alcaldesa Misericordia Sugrañes convocó para ayer una comisión a la misma hora que la manifestación en Maó. Tras solicitarle una rectificación en la hora de la convocatoria, la alcaldesa se negó.